
Cada año, el 30 de septiembre las redes sociales se llenan de fotos de pequeños carritos Hot Wheels, un gesto que, aunque no tiene un origen oficial, se ha convertido en una tierna tradición entre parejas, amigos e incluso familias.
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La práctica comenzó hace algunos años como un reto en redes sociales, cuando usuarios de TikTok y Facebook empezaron a regalar carritos de colección como una forma de detalle económico y nostálgico, recordando la infancia y compartiendo un guiño de complicidad.
Con el tiempo, la idea de “regalar un Hot Wheels el 30 de septiembre” se volvió viral, y hoy miles de personas la adoptan como una manera de mostrar cariño o sorprender a su pareja con un detalle diferente y lleno de significado.
Un obsequio con toque nostálgico
El encanto de los Hot Wheels está en que despiertan recuerdos de la niñez y, además, son accesibles y coleccionables, lo que los hace el presente perfecto para compartir un momento especial sin importar la edad.