Internacional

Más de mil muertos

Cifras preliminares suman ya 1,200 muertos tras el terremoto de 7.5 grados y posterior tsunami en la isla indonesia de Célebes del viernes / El vicepresidente, Jusuf Kalla, dijo que el número final de fallecidos podría elevarse a “miles” / Los cadáveres cubiertos con lonas de color azul y amarillo están tendidos en las calles de Palu

PALU, Indonesia, 30 de septiembre (DPA/AFP/EFE/AP/REUTERS).- El número de muertos a causa de los terremotos y el tsunami que asolaron el viernes Indonesia aumentó al menos a 1,200, informó el portal de noticias indonesio Kumparan citando a la policía nacional.

Más de 170 sismos han afectado a Célebes desde que esta isla de Indonesia fuera devastada por un potente sismo mortal de 7.5 grados.

“El número de fallecidos seguirá aumentando”, señaló el responsable de protección civil. El vicepresidente de Indonesia, Jusuf Kalla, dijo que el número final de muertos podría elevarse a “miles”.

“Hoy comenzarán los entierros masivos de las víctimas, para evitar que se propaguen enfermedades”, añadió.

La mayoría de las víctimas se registraron en Palu, una ciudad de 350,000 habitantes en la costa occidental de la isla de Célebes.

Los cadáveres cubiertos con lonas de color azul y amarillo están tendidos en las calles de Palu, y las autoridades dijeron que excavarán una fosa común para al menos 300 cuerpos.

Socorristas, apurados ante los rescates

Socorristas en Palu trataban de liberar a una niña de 15 años atrapada bajo una plancha de cemento en su casa, la cual colapsó con su familia al interior durante el sismo.

Con las piernas inmovilizadas bajo los pesados escombros, Nurul Istikharah estaba atrapada junto a los cadáveres de su madre y su sobrina. Los rescatistas trataban de controlar la filtración de agua de un caño por temor a que la niña se ahogara

Sistema de alerta lleva 2 años en fase de prueba

Un sistema de alerta que pudo haber evitado cientos de muertes por el tsunami que azotó el viernes una isla de Indonesia, lleva años en fase de prueba.

Al menos 100 presos huyen de una cárcel tras el tsunami y el terremoto.

Un controlador aéreo indonesio convertido en héroe nacional tras el terremoto. La tierra comenzó a temblar, pero él siguió en su puesto para garantizar el despegue de un avión de línea, después falleció

Testimonio de una madre

“Es muy duro”, contó Risa Kusuma, una madre de 35 años que mecía a su niño febril en un centro para refugiados de Palu. “La ambulancia trae nuevos cadáveres cada minuto”, “no hay mucha agua y se saquean las tiendas en todas partes”.

El director del programa de Save The Children, Tom Howells, señaló que la cuestión del acceso a las zonas afectadas es un “gran problema” que dificulta los rescates.

“Las organizaciones de ayuda y las autoridades locales se esfuerzan por alcanzar varias comunidades alrededor de Donggala, donde se prevé que habrá grandes daños materiales y posibles pérdidas de vidas humanas a gran escala”, explicó Howells.

Los hospitales no daban abasto con la llegada de víctimas y muchos heridos tenían que ser atendidos al aire libre. Algunos establecimientos quedaron además deteriorados a raíz del seísmo.

Aviones cargados de material y de comida aterrizaron en el aeropuerto de la ciudad.

“Solo tengo un hijo y está desaparecido”, dijo a la AFP Baharuddin, un residente de Palu de 52 años, parado sobre un piso cubierto de sangre. “Hablé con él por última vez antes de que se fuera a la escuela por la mañana”.

La agencia de gestión de desastres estimó que había 71 extranjeros en Palu cuando se produjo en terremoto, y la mayoría están a salvo.

Supervivientes entre los escombros

Los socorristas buscaban supervivientes entre los escombros de un hotel, que podía albergar a un máximo de 150 personas, y un centro comercial que se derrumbó con el sismo.

“Hemos logrado sacar a una mujer viva del hotel Roa-Roa la noche pasada”, indicó a la AFP Muhamad Syaugi, el jefe de los servicios de emergencia. “Y hemos oído a gente que pedía ayuda”.

El presidente indonesio, Joko Widodo, llegó el domingo por la mañana a Palu. “Les pido (...) que se preparen para trabajar día y noche y proceder a la evacuación”, dijo ante las tropas desplegadas en la zona para ayudar en la búsqueda de supervivientes.

El seísmo de magnitud 7.5 que sacudió la isla de Célebes, justo antes de las 11H00 GMT del viernes, y la posterior ola de 1.5 metros que rompió contra la costa dejaron en Palu coches destrozados, edificios en ruinas, árboles arrancados y postes eléctricos caídos.

Encontrar comida y un refugio

Muchos habitantes de la ciudad durmieron en campos de fútbol o en refugios improvisados, construidos con bambú, por temor a las réplicas del terremoto.

Tras la catástrofe, la gente buscaba sobre todo comida y un lugar donde cobijarse. Numerosas personas formaban largas filas de espera para obtener agua potable o fideos instantáneos.

El terremoto fue más potente que los temblores que dejaron más de 500 muertos y unos 1,500 heridos en la isla indonesia de Lombok en agosto.

Indonesia, un archipiélago de 17,000 islas e islotes que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es uno de los países del mundo más propensos a sufrir desastres naturales.

El 26 de diciembre de 2004, Indonesia sufrió una serie de devastadores terremotos, uno de ellos de magnitud 9,1 en la isla de Sumatra. Ese temblor provocó un gran tsunami que causó la muerte de 220.000 personas en la región, 168,000 de ellas en Indonesia.

En 2006, casi 6,000 personas fallecieron en un violento sismo que golpeó la isla de Java.