Internacional

¿Declaración de guerra contra los migrantes?

En una cruel paradoja, un país que surgió de la migración hace la guerra a sus iguales. Se afirma que hasta más de 10 mil tropas de Estados Unidos, con el apoyo de una parafernalia bélica, estaría en movimiento para impedir la entrada a su territorio de una oleada de inmigrantes.

Más de 5,000 ya están en la frontera con México. Son soldados y oficiales entrenados para combatir, no para mantener el orden. El hecho de que importantes mandos militares, en omisión de la ley que prohíbe el uso de las armas contra migrantes, hayan declarado que actuarán para defenderse, es muy preocupante, por la impunidad de que gozan.

¿Se justifican estos contingentes militares?

Con independencia de los problemas que representen para su gobierno Donald Trump ha calificado como una “invasión” el peregrinaje hacia el territorio estadounidense. Por eso hay que poner límites a las acciones que puedan tomar los militares contra una población civil que busca un horizonte cerrado en sus países de origen. El hambre, el desempleo, la ausencia o la insuficiencia de servicios públicos, y una violencia galopante imposibilitan una vida digna, de paz y desarrollo.

¿Tiene Washington alguna responsabilidad con esta migración?

Las políticas hegemónicas estadounidenses hacia la región, en respaldo a las oligarquías criollas, a gobiernos dictatoriales que se subordinaron y subordinan a sus órdenes; las decenas de intervenciones militares para que sus capitales se adueñaran de las riquezas naturales de América Latina; el manejo de las aduanas; y la defensa de sus intereses en la legislación de esas naciones, en flagrante violación de su soberanía, están en los orígenes de las actuales desigualdades sociales.

Estas caravanas que se dirigen a Estados Unidos cuestionan la promesa de campaña de Donald no sólo de frenar ese flujo, sino de construir un muro, que por demás pagaría México. Pero ni lo uno ni lo otro se ha materializado a pocos días de las reñidas elecciones de medio término, y que tienen al mandatario en un estado de histeria permanente.

La crisis de migrantes ha provocado trifulcas en la Casa Blanca, teniendo a Trump más como parte que como juez. La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, le sugirió pedir a la agencia para refugiados de la ONU atender a estas caravanas, causando su ira.

Pero el Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, se opuso a la propuesta y lo exhortó a que militarizara la frontera y obligara a México a desmantelarlas.

Por su parte, el jefe de gabinete del mandatario, John Kelly, defendió la intervención de la ONU y se enfrentó a gritos con Bolton. En medio del escándalo este último abandonó el recinto. En tanto se dice que la mayoría del equipo gobernante se ha opuesto a la militarización no por razones humanitarias, sino por el temor a daños a la economía por el comercio y el turismo con el país vecino.

En este desconcierto, surgió la nueva iniciativa de ofrecer a los padres que no tengan documentos la opción de permanecer detenidos con sus hijos o darlos a custodia gubernamental. Ya los tuvieron en jaulas, ¿faltarán los crematorios?