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Internacional

Ex comandante Santrich apoya proceso de paz

Zheger Hay Harb

Jesús Santrich, ex comandante de las FARC preso en la cárcel La Picota por solicitud de Estados Unidos con fines de extradición, envió una carta a sus ex compañeros de dirección de esa guerrilla.

Santrich responde así a una carta que le enviaron Iván Márquez, ex jefe negociador de su organización y ocho ex directivos más, cuyo paradero se desconoce desde cuando se ausentaron de los Espacios Territoriales en que se encontraban, alegando falta de seguridad. Márquez, quien debía ocupar una de las curules pactadas en el acuerdo de paz, no se presentó a posesionarse, aunque manifestó, en comunicación a la Justicia Especial de Paz -JEP- que continuaba vinculado al proceso. Esta jurisdicción adelanta el proceso 001 contra 31 ex jefes de las FARC, en el cual están incluidos los firmantes, por secuestro.

En esa carta le manifestaban a Santrich: “Te reiteramos nuestra solidaridad total. Nos enorgullece tu dignidad que la equiparamos con la de Simón Trinidad (ex comandante de las FARC preso en Estados Unidos acusado del secuestro de tres norteamericanos). Una eventual extradición tuya por cuenta de un burdo montaje judicial de la DEA y la Fiscalía, o la perpetuación injustificada de tu presidio, significarán el fracaso irremediable de la paz”.

A lo anterior responde Santrich: “Pienso que nuestro acuerdo de noviembre de 2016 ya va rodando, pero creo que siempre podemos acudir en su auxilio. De ahí que sea tan importante y principal “compenetrarnos con la idea de que la fuerza para la solución del proceso reside en la potencia de la movilización del pueblo”.

Esta posición dista mucho de la radical afirmación de sus compañeros que atan su captura “de manera irremediable” al fracaso del proceso de paz.

Santrich reconoce que “queda poco” del acuerdo firmado. Sin embargo, lejos de renegar de él, llama a fortalecerlo con apoyo popular: “Es nuestro deber histórico persistir, sin abandonar la rebeldía, en que se haga realidad la paz con justicia social. Persistir y persistir, pero sin dejar de lado el derecho a la resistencia y a la búsqueda del cambio de orden social de miseria, desigualdad y exclusión reinante…debe rescatarse la inmensa invaluable voluntad de concordia de quienes han creído en tal camino a pesar de las adversidades…“Tengo claro que estamos dando una lucha por hacer cumplir la palabra empeñada en beneficio del común”.

Resalta que la alta representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, haya dicho que el acuerdo de paz es “un ejemplo para todo el mundo de que la reconciliación puede lograrse a través del diálogo”.

En desarrollo del proceso penal contra Santrich se ha presentado un debate entre la justicia ordinaria, representada por el empecinamiento del Fiscal General, que pretende que la JEP cumpla un simple papel notarial para determinar si los delitos que le imputan al ex jefe guerrillero fueron cometidos antes de la firma del acuerdo, caso en el cual correspondería el juicio a la justicia transicional o si tuvieron lugar luego de la ratificación, con lo cual estaría bajo su jurisdicción, y el tribunal especial que ha pedido a Estados Unidos las pruebas en que basa su acusación, para lo cual fija en 40 días, que ya están corriendo, el plazo para su respuesta.

Por eso el ex guerrillero cita a Kai Ambos, jurista alemán aceptado como amicus curiae de la JEP, lo cual le autoriza a emitir conceptos no vinculantes pero que, dado su peso académico, constituyen un elemento importante a considerar: “la JEP está en su derecho de cuestionar la calidad de fondo, la sustancia de una extradición” como la de él…la JEP puede no aceptar a ciegas un indictment, como el de Santrich, que viene de una instancia de Estados Unidos que no es inocente, que tiene sus intereses”.

Con esta respuesta Santrich, considerado como el más radical de los ex comandantes, se sitúa más del lado del comandante máximo de la ex guerrilla, transformado hoy en presidente del partido en que ésta se constituyó luego de la firma del acuerdo de paz, que de Iván Márquez y quienes con él se encuentran en paradero desconocido alegando falta de garantías por parte del Estado.

A la fecha van 84 ex guerrilleros asesinados y el gobierno ha incumplido con muy buena parte de lo acordado, a diferencia de la guerrilla, que se desmovilizó, entregó las armas y se dispuso a desarrollar una economía solidaria en sus campamentos, para lo cual el Estado no ha hecho su aporte económico.

Sin embargo, al igual que Santrich, Timochenko, sus compañeros congresitas y la mayoría de los reinsertados, consideran que la paz es el camino y en ella quieren persistir.

La carta de Santrich, en la dura situación en que se encuentra, es un mentís a la derecha cavernaria que quiere, contra toda evidencia, decir que las FARC no se desarmaron y que están dedicadas al narcotráfico. La oposición política que desarrollan los de la FARC en el Congreso es sensata y razonada. No es allí donde hay que buscar los tropiezos del proceso de paz. Deberían mirar más dentro de su propia casa.

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