AZAZ, Siria, de diciembre (AFP).- Habitantes y combatientes de los grupos rebeldes pro-Ankara del norte de Siria expresan su satisfacción pero también su cautela ante la perspectiva de una retirada de los soldados estadounidenses, percibida como una oportunidad para que Turquía aumente su influencia a expensas de los kurdos.
Las fuerzas turcas y sus contrapartes sirias, grupos opuestos al régimen del presidente sirio Bashar al Asad, controlan una vasta área del noroeste de Siria que limita al norte con Turquía y al oeste con el río Éufrates.
A principios de este año, las fuerzas proturcas lograron apoderarse del área de Afrin (noroeste), desalojando a los kurdos de uno de los tres “cantones” de la región federal que se autoproclamaron en 2016, gracias al caos creado por la guerra en Siria.
Ahora, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenaza con una nueva ofensiva contra las fuerzas kurdas sirias apostadas al este del Éufrates, lo que permitiría a Ankara ampliar su zona de influencia en el noreste de Siria.