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Internacional

¿La 'Voz del Amo”?

Por Pedro Díaz Arcia

Como si se tratara de una empresa de créditos, la Casa Blanca ofreció plazos a China y Rusia, respectivamente, para que cumplan con determinadas condiciones. Con la primera, acordó una tregua de 90 días en la guerra comercial, en la que no se aplicarán nuevos aranceles entre las partes a partir del primero de enero, dando un tiempo de gracia a los mercados; aunque el tiempo es corto y los problemas graves. A la segunda, le exigió que de no ajustarse en 60 días al tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), se retirará del acuerdo.

El presidente Xi Jinping, como muchos, conoce las características de Donald Trump de hacer impredecible su próximo movimiento; por tanto, debe tener sus planes de contingencia. Por otra parte, a la precaria situación de seguridad global se suma el incremento de la peligrosa retórica entre Estados Unidos y Rusia.

En Buenos Aires, paradójicamente, no hubo “viento en popa” para los mandatarios. La ausencia de un diálogo entre Trump y Vladimir Putin en la reciente cumbre del G20 impidió al menos un cruce de criterios sobre el INF, lo que acerca leños al fuego.

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, para quien su presidente construye un “nuevo orden mundial”, respaldado por el liderazgo y la democracia estadounidenses, dijo el martes que no desplegarán proyectiles prohibidos ni realizarán pruebas con ese armamento en el tiempo establecido; pero que si Moscú no cumple con el acuerdo en el término fijado, Washington se retirará entonces del pacto. Es como “poner una pica en Flandes”.

La respuesta la dio ayer el presidente Putin, quien señaló que la afirmación de Pompeo fue tardía pues ya habían anunciado que se retirarían del acuerdo y ahora “buscan motivos para hacerlo”. Recordemos que el 20 de octubre Trump afirmó que abandonaría el convenio suscrito por su país y la Unión Soviética en 1987.

El líder ruso insistió en que Washington, como es usual, acusa sin pruebas, y advirtió que si se retiran del convenio Rusia actuará en consecuencia. Y aunque precisó estar en contra de la destrucción del tratado, advirtió que si Estados Unidos comienza a producir este tipo de armas, como ya lo hacen varios países occidentales, Rusia también lo hará.

La Organización del Atlántico Norte (OTAN), una reminiscencia de tiempos pasados, con altibajos en sus relaciones con Estados Unidos debido a diferencias en diversos temas; pero que no alteran la visión común contra una Rusia satanizada; sin embargo, se ha opuesto a la salida de Washington de lo que consideran, no sin motivo, una garantía para la seguridad del continente.

Precisamente, se conoció el propio miércoles que la Fuerza Aeroespacial de Rusia puso en marcha un campo continuo de nuevos radares capaz de detectar el lanzamiento de misiles desde todas las direcciones y con cualquier trayectoria de vuelo, para proteger la extensa frontera de la nación, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov.

En un abrir de expedientes, las ordenanzas de Donald Trump me recuerdan el logotipo de la RCA Víctor, uno de los símbolos comerciales más populares del siglo pasado: el de un perrito escuchando la voz de su amo.

En este caso, la imagen del “Hombre arancel” con un megáfono en sus manos, dictando modelos, normas y políticas al mundo.

Es como si se repitieran antiguas versiones borrascosas.

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