CIUDAD DEL VATICANO, 18 de enero (EFE).- El Papa Francisco condenó hoy el “cruel” e “inhumano” atentado en Bogotá, que causó la muerte a 21 personas y decenas de heridos, y expresó su deseo de que se siga construyendo “la concordia y la paz” en el país.
En un telegrama enviado en nombre del Pontífice argentino por su secretario de Estado, Pietro Parolin, al arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar Gómez, lamenta el atentado con un coche bomba que “ha sembrado de dolor y muerte la ciudad” el pasado jueves.
“El Papa Francisco expresa su más profundo pesar por las víctimas que han perdido la vida en una acción tan inhumana y ofrece sufragios por su eterno descanso”, se lee en la misiva.
Francisco hace llegar así su “apoyo y cercanía” a los numerosos heridos, a sus familias y a toda la sociedad colombiana “en estos momentos de conmoción y tristeza”.
“El Santo Padre condena una vez más la violencia ciega, que es una ofensa gravísima al Creador, y eleva su oración al señor para que ayude a perseverar en la construcción de la concordia y la paz en ese país y en el mundo entero”, continúa el telegrama.
Por último Francisco imparte su bendición apostólica sobre todas las víctimas, sus familiares y “el querido pueblo de Colombia”, un país que visitó en septiembre de 2017.
“Si la riqueza no se comparte, la sociedad se divide”
Francisco afirmó hoy que “si la riqueza no se comparte, la sociedad se divide” y criticó a las sociedades que han perdido los valores de la solidaridad y el bien común, y en las que hay personas que viven en situación de pobreza extrema.
“Cuando la sociedad ya no tiene como fundamento el principio de la solidaridad y el bien común, se produce el escándalo de ver a personas que viven en la pobreza extrema junto a rascacielos, hoteles imponentes y lujosos centros comerciales, símbolos de inmensa riqueza”, lamentó el Papa en una misa con motivo del inicio de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
“Hemos olvidado la sabiduría de la ley mosaica, según la cual, si la riqueza no se comparte, la sociedad se divide”, añadió.
La misa se celebró en la Basílica de San Pablo Extramuros y durante su homilía el Papa se refirió a los cristianos de Indonesia para asegurar que, “reflexionando sobre la elección del tema para esta Semana de Oración, decidieron inspirarse en estas palabras del Deuteronomio: ‘Persigue solo la justicia’”.
“A ello les preocupa mucho que el crecimiento económico de su país, movido por la lógica de la competición, deje a muchos en la pobreza, permitiendo que solo unos pocos se enriquezcan enormemente”, sostuvo.
“Está en riesgo la armonía de una sociedad, en la que conviven personas de diferentes grupos étnicos, idiomas y religiones, compartiendo un sentido de responsabilidad recíproca”, apuntó.
Esta realidad, prosiguió, “no vale solo para Indonesia” sino que “se repite en el resto del mundo”.
Escandalosa marginación de indígenas
Francisco recordó “las escandalosas situaciones de marginación, de exclusión, de descarte y empobrecimiento a las que están condenados millones de jóvenes, especialmente jóvenes de los pueblos originarios, en el mundo”, en el mensaje que envió a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica de los pueblos originarios que se celebra en Panamá, adonde acudirá el 23 de enero para la JMJ internacional.
Francisco dirigió un mensaje en ocasión del encuentro Mundial de Juventud Indígena que se celebra del 17 al 21 de enero de este año en Soloy, Comarca Ngäbe-Buglé, y que es el preludio de la JMJ a la que el pontífice asistirá del 23 al 27 de enero.
“Que el actuar de ustedes, la conciencia de pertenencia a sus pueblos de ustedes, sea una reacción contra esta cultura del descarte, contra esta cultura del olvido de las raíces, proyectada hacia un futuro cada vez más líquido, más gaseoso, sin fundamento”, les deseó el pontífice argentino.
Quiso felicitar a los organizadores por esta iniciativa de un encuentro pre-Jornada Mundial específicamente para jóvenes de los pueblos indígenas, de los pueblos originarios, a nivel global y deseó que este encuentro,”que reúne a cientos de jóvenes de diversos pueblos originarios, sirva para reflexionar y celebrar su fe en Jesucristo desde la riqueza milenaria de sus propias culturas originarias”.