SAO PAULO, Brasil, 6 de noviembre (EFE).- La deforestación en la Amazonia brasileña creció un 80 % en septiembre pasado frente al mismo mes del año pasado, según un estudio privado divulgado este miércoles que cifra en 802 kilómetros cuadrados la masa forestal perdida en esa región.
El Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), que analiza el mayor bosque tropical del planeta desde hace casi tres décadas, señaló en su informe que la mayor parte de la deforestación tuvo lugar en terrenos privados (48 %).
Otro 31 % ocurrió en asentamientos, mientras que el 14 % afectó a unidades de conservación protegidas y un 7 % a tierras indígenas.
Los estados brasileños más afectados por la tala de árboles en la Amazonia, que engloba un total de nueve entidades federativas, fueron Pará (53 %), Rondonia (13 %), Amazonas (11 %), Acre (11 %) y Mato Grosso (10 %).
Imazon es un instituto de pesquisas sin ánimo de lucro, compuesto por investigadores brasileños que usan la información suministrada por varios satélites para monitorear la Amazonía y divulgar datos sobre la deforestación en esa vasta región.
Organizaciones medioambientales y de derechos humanos afirman que detrás de la tala indiscriminada de árboles actúan redes mafiosas, que después queman esas zonas desforestadas para destinarlas a la ganadería y la agricultura.
En agosto, los incendios en la Amazonía brasileña fueron los peores de la última década, lo que fue denunciado por ONG internacionales, que culparon de ello al discurso antiecologista del presidente del país, Jair Bolsonaro.
No obstante, los focos de incendio disminuyeron en septiembre y octubre, aunque aumentaron de manera preocupante en el Pantanal, considerado como una de las mayores extensiones húmedas continuas del planeta.