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Internacional

¡El Horror, el Horror!

Zheger Hay Harb

No cabe otra expresión mejor que la de Joseph Conrad ante el macabro descubrimiento de una fosa común con restos de víctimas de falsos positivos: ¡el horror, el horror!

Otro capítulo escabroso, tal vez el mayor de todos los horrores conocidos sobre la degeneración de nuestra fuerza pública, acaba de conocerse por un trino de la Justicia Especial de Paz (JEP) que informaba que con base en informes de un grupo de ex militares de la Brigada XI, hoy presos en cárceles militares y que se acogieron a la jurisdicción de paz, estaban adelantando desde el pasado 9 de diciembre “una diligencia de prospección y exhumación de cuerpos de víctimas…ilegítimamente presentadas como bajas en combate por agentes del Estado”.

“Aquí se hacían las necropsias, magistrado” indicaron los informantes mostrando una caseta en la montaña. “Aquí se traían los muertos, se les ponía una muda de ropa negra y la pólvora en las manos”. “Cuando ellos llegaban (refiriéndose a los técnicos forenses), nosotros les decíamos ‘muerto en combate’ y así quedaba registrado”.

Los ex militares iban guiando a la comisión judicial de la JEP: “Aquí enterramos tres jóvenes, todos hombres, de 20 a 27 años. Fueron asesinados con un proyectil en la cara, el pecho y la cabeza… La víctima se llamaba Óscar. Era un hombre de Medellín que tenía entre 40 y 45 años. Fue asesinado el 1° de diciembre de 2005… Aquí fue, magistrado, lo que le conté del menor: Diego tenía quince años. Aunque debía ser asesinado inmediatamente después de su secuestro, el encargado dudó durante cuatro días. El joven le suplicaba que lo soltara, que no le hiciera daño. Entonces el comandante encargó a otra persona, quien lo ejecutó. Diego agonizó hasta que su secuestrador decidió rematarlo para no verlo sufrir más. Sus mandos no le perdonaron la duda y fue trasladado al Nudo del Paramillo…por no haber cumplido la orden”.

La mayoría de las víctimas era pobre, algunos afros e incluso alguno con discapacidad y otro con adicción a las drogas. Ante la JEP aseguraron que puede haber hasta 75 civiles presentados como bajas en combate.

De acuerdo con la revista Semana un soldado contó “cómo su sargento de esa época ordenaba los asesinatos a sangre fría, y pedía que luego del crimen les dispararan nuevamente a los cuerpos sin vida de las víctimas con un fusil M60 para desfigurarlos y que así no pudieran ser reconocidos”. También contó que las víctimas eran llevadas desde Medellín hasta ese sitio distante para que fuera muy difícil encontrar sus restos.

Declararon los ex militares que hacían cursos de policía judicial para encubrir los asesinatos, todo a cambio de condecoraciones, ascensos, dinero, permisos, vacaciones. Pidieron que investigaran a los jueces de la justicia penal militar porque aseguran que ellos están enterados de todo lo que ocurría. Uno de los informantes fue víctima de un atentado por lo cual la JEP lo cobijó con medidas especiales de protección.

Según los testigos varios de los crímenes fueron cometidos por paramilitares por lo cual no caerían dentro de la competencia de la JEP pero esta jurisdicción puede trasladarlos a la justicia ordinaria.

La fosa está situada en el municipio de Dabeiba, en el departamento de Antioquia, del cual fue gobernador Álvaro Uribe cuando impulsó la creación de las Convivir como grupos de autodefensa contra la guerrilla, las cuales, tal como se preveía, acabaron en manos de los paramilitares.

Este departamento tiene el triste primer lugar en número de desaparecidos. Allí se produjeron las víctimas de desaparición forzada de la toma de la Comuna 13 de Medellín por parte del ejército por la cual ha sido condenado el general ® Mario Montoya quien la dirigió, según informes de Don Berna, el jefe paramilitar que dominaba ¿domina? la ciudad. También ocurrieron varias masacres, entre ellas la de El Aro por la cual rondan sospechas sobre el ex presidente porque un defensor de Derechos Humanos, Jesús María Valle, aseguró que mientras ocurría la masacre el helicóptero de la gobernación sobrevolaba el lugar. Poco después Valle resultó muerto en un atentado en un capítulo oscuro de esa historia.

Por esos hechos y los ocurridos en la zona de influencia de la hidroeléctrica Hidroituango, muy cuestionada por supuesta corrupción que ha puesto en grave peligro a las comunidades de medio país, organizaciones de Derechos Humanos han solicitado medidas cautelares para proteger toda el área por las posibles fosas de víctimas de ejecuciones extrajudiciales.

En Dabeiba operaban, además del ejército en acciones ilegales, los paramilitares, el ELN y las FARC que peleaban el control del territorio. El Registro Único de la Unidad de Víctimas calcula en 14.524 el número de las producidas. La mayoría de ellas durante la presidencia de Álvaro Uribe Vélez. En 2005 su entonces ministro de Defensa Camilo Ospina emitió la Directiva 029/2005 que ordenaba premiar las bajas en combate. Hace años el periodista Félix de Bedout denunció este hecho pero no pasó nada.

De acuerdo con la Constitución el presidente de la República es el jefe supremo de la fuerza pública. Es imposible dejar de mencionar que cuando las madres de humildes muchachos denunciaron que a sus hijos se los habían llevado ofreciéndoles trabajo y luego aparecieron muertos en el otro extremo del país reportados como guerrilleros dados de baja en combate el entonces presidente Álvaro Uribe en lugar de prometer investigar los casos los justificó diciendo que “seguro no estaban recogiendo café”.

Dice el escritor Esteban Carlos Mejía que “según un informe de la Fiscalía publicado en mayo pasado hubo al menos 2,248 ejecuciones extrajudiciales entre 1998 y 2014, aunque el 97% de los casos se dieron de 2002 a 2008, entre el primer y el segundo mandato del expresidente Álvaro Uribe”.

Luego de esto ¿quedará alguna duda de por qué el ex presidente, su Centro Democrático y el gobierno bajo su dirección se empeñan en acabar con la JEP?

¿Deberemos los colombianos conformarnos con que se castigue por estos crímenes a unos cuantos soldados, acaso algunos sub oficiales y como excepción a algún oficial mientras los jefes civiles sigan gozando de impunidad?

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