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Niño pierde piel, uñas y pezones tras recibir dosis errónea de antiepilépticos

Una dosis errónea de antiepiléptico resultó fatal para Lucas, un niño de 11 años a punto de la muerte.

(SDP noticias).- Lucas, un niño  de apenas 11 años, sufre hoy las consecuencias de una terrible negligencia médica: recibió una  dosis 4 veces mayor  del  antiepiléptico  que requiere una persona su edad. El terrible hecho se suscitó en el  Servicio de Salud de Cáceres , en España, institución que ahora está demandada por Cristina Paredes, madre de la víctima, quien señala que su hijo estuvo al borde de la muerte.

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Niño pierde piel, uñas y pezones por tratamiento equivocado Esto porque Lucas perdió la  piel , las  uñas  y los  pezones , debido a que el medicamento le provocó el síndrome Stevens-Johnson; es decir, la pie fue quemándose, se puso negra y al final el menor de edad  requirió de quimioterapia para sobrevivir . Por esta razón, la mujer decidió trasladarlo en helicóptero a Madrid. "Cuando llegamos a Madrid, los médicos alucinaban con el estado en que llegaba. Le tuvieron que despegar una gasa de la cabeza que llevaba semanas ahí puesta y que no le habían curado" Cristina Paredes, madre de Lucas. Allí, los médicos quedaron impresionados con el estado del  niño , pues además de que no había recibido las curaciones necesarias, estaba a punto de morir. En consecuencia, el equipo del nuevo hospital lo mantuvo 16 días en Cuidados Intensivos y  le cosieron los párpados  para que el  antiepiléptico  no acabara consumiéndole los ojos.

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https://twitter.com/DuniaRego/status/1201617476305465344

Le dieron una dosis 4 veces mayor de antiepiléptico Cristina asegura que fue ella misma quien descubrió que su hijo sufría el síndrome Stevens-Johnson, ya que a pesar de que Lucas había perdido la  piel ,  uñas y pezones , los doctores no lograban determinar qué era lo que tenía. No fue hasta que la madre se metió a Internet a investigar, que pudo orientarse sobre la enfermedad. Los médicos de Madrid, por ejemplo, afirman que el menor  jamás debió haber tomado   antiepilépticos  durante tantos años. Finalmente, Lucas sufre fotosensibilidad, deformaciones y ha tenido que acostumbrarse a comer con llagas en la boca.

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