Internacional

Nefasta alianza

Alfredo García

El presidente Donald Trump anunció su intención de reconocer la soberanía israelí sobre el territorio sirio de Altos del Golán, ocupado militarmente desde la Guerra de los Seis Días, en 1967.

“Después de 52 años ya es hora de que Estados Unidos reconozca plenamente la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, que es de una crítica importancia estratégica y de seguridad para el Estado de Israel y la estabilidad en la región”, escribió Trump en su cuenta Twitter. La anexión del territorio sirio por Israel provocó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, declarando la decisión israelí “nula y sin valor”.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, agradeció la declaración de Trump: “En tiempos en los que Irán busca utilizar a Siria como plataforma para destruir Israel, el presidente Trump audazmente reconoce la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. ¡Gracias, presidente Trump!”, escribió en Twitter.

Los Altos del Golán es una meseta siria situada en la frontera con Israel, Líbano y Jordania, de unos 1,800 km2 de los cuales 1,200 km2 están ocupados militarmente por Israel, 235 km2 controlados por la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS), (entre israelíes y sirios) y el resto permanece bajo soberanía siria. El censo de 2007 arrojó una población de 40,400 habitantes, entre ellos 21,400 sirios y 19,000 colonos israelíes. La zona es un lugar estratégico debido a su elevada posición, que permite divisar por igual a Damasco, la capital siria y la Alta Galilea, extensa región montañosa del Norte israelí. En el área se encuentran varios afluentes del río Jordán, de donde proviene el 15% del abastecimiento de agua de Israel y un tercio de la producción vinícola israelí.

El pasado mes de diciembre, acosado por una creciente crisis dentro de su coalición de gobierno, Netanyahu decidió adelantar las elecciones generales previstas para noviembre de este año. El desacuerdo en el Gabinete fue motivado por un proyecto de ley para aumentar el reclutamiento del servicio militar obligatorio entre los judíos ultraortodoxos, a petición del partido laico moderado, Yesh Atid, liderado por Yair Lapid, propuesta que fue rechazada por los sectores extremistas religiosos. Netanyahu convocó un referendo sobre la polémica Ley y Lapid anunció el voto en contra de su partido, amenazando con romper el consenso en el Gobierno.

Con anterioridad la coalición gubernamental se había debilitado con la renuncia del ultraderechista ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, líder del Partido Yisrael Beiteinu, cuya base electoral son inmigrantes de la antigua URSS, quien en esa ocasión propuso sin éxito una ofensiva militar de gran envergadura en la Franja de Gaza contra la organización palestina Hamas.

La noticia sobre el inminente reconocimiento norteamericano del colonialismo israelí en los Altos del Golán, se produce pocos días antes de la visita de Netanyahu a Washington y las inciertas elecciones generales del próximo 9 de abril, donde las encuestas reflejan una estancamiento del partido Likud que lidera el primer ministro israelí, frente al avance de la coalición de centro, Blanco y Azul, cuyo candidato el exgeneral, Benny Gantz, presenta posibilidades ciertas de triunfo electoral.

La declaración de Trump y el encuentro con Netanyahu en Washington, representa un claro espaldarazo electoral del mandatario norteamericano a la candidatura de su colega israelí. La afinidad ideológica entre ambos mandatarios, recuerda la guerrerista alianza entre el presidente George W. Bush y el exprimer ministro israelí Ariel Sharon, durante la década del 2000 con sus nefastas consecuencias para la población palestina.