Los Angeles Times.- Al menos cuatro personas recibieron disparos en un ataque este sábado en una sinagoga en Poway, San Diego, dijeron las autoridades del condado.
Un hombre ha sido detenido para ser interrogado en relación con el tiroteo en el Chabad de Poway.
Comisarios fueron enviados a la escena en Chabad Way justo antes de las 11:30 a.m. después de recibir informes de un tirador activo, dijo el sargento. Aaron Meleen del Departamento del Sheriff del Condado de San Diego.
"Encontraron varias víctimas con diversas lesiones", dijo a los periodistas.
Un gran grupo de congregantes se había reunido detrás del templo después del tiroteo, dijo. No estaba claro de inmediato cuántas personas asistían a los servicios.
Algunos niños fueron inicialmente reportados como desaparecidos, dijo, pero han sido encontrados.
"Como puedes imaginar, fue una escena extremadamente caótica con gente corriendo por todas partes cuando llegamos aquí", dijo.
Los heridos en el tiroteo fueron llevados al Centro Médico Palomar en Escondido, según el departamento del alguacil. No estaba claro de inmediato cuántas personas resultaron heridas.
El alcalde de Poway, Steve Vaus, quien se encontraba en el centro de comando del alguacil en la cercana Escuela Primaria Chaparral, dijo a la CNN que las instalaciones fueron específicamente atacadas porque era un lugar donde se reunía la comunidad judía.
"Entiendo que se trataba de alguien con odio en su corazón, odio por la comunidad judía", dijo sobre el tirador.
El alcalde, que vive cerca del sitio, trató de tranquilizar a la comunidad de que no había más amenazas.
"La escena es segura", dijo. “El sujeto es la custodia. Estaremos en oración por los heridos ... No hay una amenaza continua para la comunidad ".
Varios vecinos informaron haber escuchado los disparos, y algunos fueron evacuados de las casas cercanas a la escuela temporalmente como medida de precaución.
Cantor Caitlin Bromberg, de la Sinagoga Ner Tamid, en la calle de Jabad, Poway, dijo que su congregación se enteró de los disparos al final de sus servicios de Pascua. El sábado marcó el octavo y último día de la Pascua, un día festivo que marca el éxodo del pueblo judío de Egipto y la libertad de la esclavitud.
Bromberg dijo que sus congregantes se dirigían a Chabad de Poway para mostrar apoyo y ayuda de cualquier manera que pudieran.
"Estamos horrorizados y molestos y queremos que sepan que estamos pensando en ellos", dijo a The Times. "El mensaje del último día de la Pascua es esperar el momento en que todo el mundo estará en paz".
Bromberg dijo que alguien de la congregación había recibido un mensaje de texto de que había un tiroteo en una sinagoga en Poway. La persona que envió el texto no sabía a qué templo estaba dirigido y quería asegurarse de que la congregación estaba bien.
Bromberg dijo que no ha tenido noticias del liderazgo de Chabad of Poway porque normalmente no usarían el teléfono durante el sábado.
"Solo lo harían en casos de emergencia, si es que lo hacen", dijo.
La policía de San Diego vigilaba otras sinagogas locales como medida de precaución. "No hay amenazas conocidas", dijo el jefe David Nisleit en Twitter, "sin embargo, con mucha cautela, estaremos proporcionando patrullas adicionales y lugares de culto".
En Los Ángeles, la policía dijo que estaban vigilando de cerca el tiroteo de la sinagoga en Poway y que "se comunicaban con nuestros socios locales, estatales y federales".
"En este momento no hay un nexo con Los Ángeles, pero con mucha cautela, realizaremos patrullas de alta visibilidad alrededor de las sinagogas y otras casas de culto", escribió el departamento en Twitter.
El tiroteo de Poway se produjo el último día de la Pascua, uno de los días festivos más sagrados en la fe judía. El festival de ocho días conmemora la libertad de los israelitas de la esclavitud en el antiguo Egipto y se observa generalmente con una serie de rituales, que incluyen comidas del Seder, la eliminación de productos fermentados del hogar y el intercambio de la historia del éxodo.
El incidente se produce siete meses después de que un hombre con un historial de publicación de mensajes de medios sociales antisemitas y antiinmigrantes abriera fuego contra un templo en Pittsburgh, matando a 11 personas e hiriendo a seis más.
La Liga Antidifamación calificó el incidente como "el ataque más letal contra la comunidad judía en la historia de los Estados Unidos" y subrayó el creciente odio contra los judíos.