Por Marina MenéndezFotos: Lisbet Goenaga(Especial para POR ESTO!)
LA HABANA.— Pequeños peces visibles en las ahora transparentes aguas, y la aparición en el cielo de aves que, según ha dicho el Dr. Eusebio Leal, se creía “que pertenecían ya a un pasado remoto”, constatan cuánto se ha ido limpiando la bahía de La Habana.
Cierto que contemplar el mar en estas costas dista mucho de la imagen de manchas de petróleo y del olor a azufre ostensible hasta hace poco, si uno se sentaba en el muro o se aventuraba a bajar a los arrecifes.
Todavía, sin embargo, falta.
Las autoridades competentes reconocen que no siempre existen los recursos materiales y financieros para emplear equipos modernos de limpieza, y desechar los obsoletos. A ello se une que ríos, arroyos, industrias y otras fuentes habaneras, siguen desaguando en esa zona…
Iniciativas como la instalación de barreras flotantes protectoras fabricadas con tubos de polietileno de alta densidad para impedir la llegada de residuales, contribuyen a paliar la suciedad.
Pero la limpieza ambiental no será una realidad completa sin la conciencia del hombre.
Diez grandes sacos de latas de cerveza, envases plásticos y otros desechos fueron colectados este sábado por el grupo de buzos Cuba Buceo y sus seguidores en apenas dos horas.
Es una evidencia de cuánto se tiró. Por eso no pocos estiman que debe haber un poco más de “mano dura”. Para evitar que las personas arrojen desechos al mar, la multa puede ser un método de disuasión. Lo principal, piensan, está en la educación de las personas.
Para motivar y ganar adeptos en tal propósito, Cuba Buceo convocó este sábado a higienizar un tramo con área de aproximadamente mil metros cuadrados, en las aguas que bañan el Malecón.
Se sumaron vecinos y personas ajenas al barrio, como la bióloga Tania Izquierdo, quien conoció la convocatoria en Facebook y se presentó temprano ante los promotores.
“Me vino muy bien conocer la convocatoria pues quería participar en algo así luego de enterarme del reto mundial planteado por #trashtagchallenge”, dice al aludir al hashtag en boga en las redes sociales que está movilizando a muchos en el mundo, y calificado por cibernautas como, quizá, el primer reto viral no nocivo.
Como es bióloga de profesión tiene conocimiento de causa acerca de cuáles son los daños provocados por la contaminación de las aguas marinas.
“El mar tiene su ciclo de recuperación como todo en la naturaleza. Pero los materiales que arroja el ser humano a él, tales como utensilios o productos metálicos, sintéticos y los aceites, demandan mucho tiempo para ser metabolizados por los mecanismos de protección de la Naturaleza. Entonces, esos desechos pueden crear obstrucciones en los hábitats de la fauna y la flora marina, matar a las especies, y crear epidemias y dañar, por tanto, la salud de las personas”.
Los jóvenes, los primeros
Alfredo Carvajal, buzo y miembro de la Federación Cubana de Actividades Subacuáticas, es la cabeza y fundador del colectivo, creado en octubre de 2017 y que ya cuenta con 66 miembros, algunos de los cuales acudieron a la actividad, que forma parte de uno de sus proyectos comunitarios principales: Malecón por siempre.
“La variedad de cosas que puede verse en esos sacos es impresionante, porque algunas personas todo lo arrojan al mar”, comenta a Por Esto! Y esta de hoy es una actividad simbólica: nuestra misión es recoger la basura, y propiciar que muchos se sumen. Es importante la educación ambiental”.
La labor parece muy a tono con el #trashtagchallenge.
Los trabajos de limpieza en La Habana, sin embargo, anteceden a ese propósito.
Como Cuba Buceo existen otros grupos a lo largo del Malecón; hay colectivos de más reciente creación como Guardabosques, integrado apenas aún por unas 20 personas aquí y en otras provincias del país, quienes acometieron hace unos días la limpieza del capitalino río Luyanó. ¡Y sí que sacaron basura!
En opinión de Carvajal, en torno al Malecón se está trabajando y hay muchas iniciativas que valen, tanto a nivel estatal como de la sociedad.
“Ha habido todo un proceso de mejoría. Pero hay un aspecto que nosotros, como buzos, criticamos mucho: el agua de la bahía sigue presentando niveles de contaminación, y ello constituye el principal problema para que se desarrollen los corales. Si no hay una penetración del Sol en las aguas, no hay fotosíntesis y los corales no tienen posibilidades. Y todavía existen derrames de lubricantes y petróleo procedentes de la industria y de los barcos”.
Entiende como principal la participación de los jóvenes, pues ellos serán los hombres del futuro.
Por eso no sorprendió la presencia de estudiantes universitarios que se hicieron al buceo junto al grupo aunque, se lamenta, “todavía no tenemos el nivel de convocatoria que quisiéramos”.
Según Octavio de la Guardia, presidente de la Federación Cubana de Actividades Subacuáticas, el propósito “mar limpio” es el principal de la institución que dirige desde su fundación, hace más de diez años.
Siete grupos como Cuba Buceo se dedican en estos momentos a esa misión en la capital, explica. Pero la inconciencia de las personas provoca que esa limpieza nunca sea suficiente.
Es posible una barrera de coral
Para Carvajal, la existencia de un “mar limpio” daría al traste, incluso, con los daños que el cambio climático causará a islas como la nuestra por la anunciada elevación del nivel del mar, o por sus penetraciones, una amenaza para la que Cuba se prepara con la ejecución del plan nacional conocido como Tarea Vida.
“La descontaminación es trascendental para que una barrera coralina sea la que evite la penetración del mar”, estima.
“Los corales están ahí, los tenemos filmados. Pero no existen las condiciones para que se desarrollen. Sin embargo, la solución la tenemos en el mar, no en levantar muros”.