SAN FRANCISCO, EE.UU., 20 de mayo (AFP/EFE).- La estadounidense Google, cuyo sistema operativo Android está instalado en la gran mayoría de los teléfonos inteligentes del mundo, indicó que cortaba sus relaciones con Huawei, una decisión de graves consecuencias para el gigante chino, que ya no podría ofrecer Gmail o Google Maps a sus clientes.
Este inesperado anuncio se produce en medio de las tensiones comerciales con Pekín, y tras la espectacular decisión la semana pasada del presidente estadounidense, Donald Trump, de prohibir a los grupos estadounidenses comerciar en el ámbito de las telecomunicaciones con sociedades extranjeras consideradas “peligrosas” para la seguridad nacional.
La medida apunta principalmente a Huawei, el gigante chino de las telecomunicaciones, segundo fabricante mundial de smartphones y bestia negra de Washington, que acusa al grupo de ciberespionaje en favor del ejecutivo de Pekín.
En efecto, el grupo figura en una lista de empresas sospechosas con las que no se puede negociar sino después de obtener la luz verde de las autoridades.
Graves implicaciones
Pero como el decreto presidencial prohíbe compartir tecnologías, Google va tener que ir más allá y suspender su colaboración con Huawei.
Las implicaciones pueden ser importantes pues, como todos los grupos tecnológicos, Google debe colaborar con los fabricantes de smartphones para que sus sistemas sean compatibles con los teléfonos.
Además solo podrá ofrecer a los usuarios de Huawei la versión libre de derechos de su programa Android, según una fuente cercana al caso.
Ello significa que esos usuarios no podrán ya acceder a las aplicaciones y servicios propiedad de Google, como la mensajería Gmail o Google Maps.
Es cierto que estas aplicaciones deberían permanecer activas al menos en un primer momento, indicó a la AFP otra fuente informada. Pero mientras el decreto siga vigente, Huawei se verá obligado realizar actualizaciones desde Android Open Source Projet - la versión libre de derechos— y sus clientes deberán hacer lo mismo.
Por tanto es posible que el grupo chino no pueda en el futuro ofrecer Android y todas sus aplicaciones, como la muy popular plataforma de videos YouTube.
Pionero de la 5G
El fundador de Huawei, Ren Zhengfei, dijo que Estados Unidos “subestima” su compañía y que los planes del gigante de las telecomunicaciones en su programa de tecnología 5G no se verán afectados por las decisiones de Washington para bloquearlo.
“Los políticos estadounidenses, con su forma de actuar en la actualidad, demuestran que subestiman nuestra fuerza”, dijo Ren en una entrevista con la televisión estatal CCTV y otros medios, añadiendo que la compañía cuenta con reservas de chips y “no puede quedar aislado” del mundo en este sentido.
La firma, cuya sede está en Shenzen, en el sur de China, es además muy dependiente de los suministradores extranjeros: cada año, compra por 11.000 millones de dólares en componentes a grupos del sector estadounidenses, sobre un total de 67.000 millones de gastos en suministros.
La firma está desde hace tiempo en la mira de las autoridades estadounidenses, bajo sospechas de que espía para Pekín, que ha contribuido en gran parte a su espectacular expansión internacional.
Washington teme que este grupo, presente en 170 países y que asegura emplear a 190.000 personas, sea un caballo de Troya de China. El pasado militar de su fundador, Zhengfei, su pertenencia al Partido Comunista, así como la opaca cultura que impera en Huawei han alimentado las sospechas de que el grupo está bajo control de Pekín, sobre todo tras una ley votada en 2017 que obliga a las empresas chinas a colaborar con los servicios de inteligencia del país.
Gran impacto
Las estrictas sanciones golpearán a numerosas empresas estadounidenses que proveen componentes y programas al gigante tecnológico chino, que podría además, intentar superar a Silicon Valley.
Expertos del sector estiman que firmas estadounidenses, como fabricantes de chips por ejemplo, vendieron el año pasado componentes por el entorno de los 11.000 millones de dólares al grupo chino, incluido en la lista negra de compañías con las que Washington prohíbe comerciar, en nombre de la seguridad nacional.
La decisión podría tener como consecuencia de facto impedir a los fabricantes de dispositivos y de programas de ese país venderle a Huawei.
Según la agencia Bloomberg, los fabricantes estadounidenses o con sede en Estados Unidos, como Intel, Qualcomm, Broadcom o Xilinx, han indicado que dejarán de proveer a Huawei.
Es en el resto del mundo, especialmente en Europa y Latinoamérica, donde los teléfonos económicos y de calidad estándar de Huawei que usan sistema operativo Android han logrado penetrar con fuerza en el mercado, y por tanto es donde el porcentaje de usuarios que previsiblemente se verán afectados es mayor.