Alfredo García
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La autoridad de Naciones Unidas sigue deteriorándose frente a la opinión pública, por la arrogancia de las grandes potencias. La Asamblea General de la ONU aprobó el pasado miércoles con 116 votos a favor, 6 en contra y 56 abstenciones, una resolución exigiendo al Reino Unido que se retire en “un plazo de seís meses” del archipiélago Chagos, territorio perteneciente a la República de Mauricio, situado en el océano Indico y ocupado por los británicos desde 1814.
La resolución de la ONU respaldó un dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del pasado febrero determinando que el proceso de descolonización de Chagos “no fue completo de acuerdo al derecho internacional y que el archipiélago forma parte integrante de la República de Mauricio”.
El archipiélago Chagos es un grupo de 7 atolones formado por 55 islas que corre en dirección sur atravesando el centro del océano Índico, con una superficie de 63 kilómetros cuadrados, situado a 500 km de las islas Maldivas y 1,600 km de la India. La isla más grande es Diego García (27,20 km2).
La República de Mauricio está situada en el suroeste del océano Indico a 900 km de Madagascar, con una superficie de 2,040 km2 y un millón 500 mil habitantes. A partir de 1600, Mauricio fue convertido en colonia francesa hasta 1810 que fue cedida al Reino Unido tras la derrota de Napoleón. Obtenida la independencia en 1968, Mauricio se convirtió en República dentro de la Commonwealth en 1992. El país insular es reconocido como una democracia estable, con alto porcentaje en libertad de inversión industrial, financiera y turismo, que posee uno de los ingresos percápitas más altos de África.
Bajo la presión de la ola independentista que barrió el mundo colonial después de la II Guerra Mundial, en 1965 el Reino Unido separó el archipiélago Chagos de Mauricio tres años antes de su independencia para utilizar esas islas junto a EU con fines defensivos, deportando por la fuerza toda su comunidad autóctona (1,800 habitantes) hacia Mauricio y Seychelles. En esa ocasión, el Tribunal de Justicia de ONU instó al Reino Unido a “poner fin al control ejercido sobre el archipiélago Chagos lo antes posible”, ya que su separación durante el proceso de descolonización, “no se llevó a cabo de acuerdo con el derecho internacional”, petición desde entonces ignorada por el gobierno británico. Desde su independencia en 1968, Mauricio reclama al Reino Unido ese territorio junto a otras 5 islas ocupadas por Francia.
Con el estratégico archipiélago bajo su control, tras negociaciones secretas con Estados Unidos, el Reino Unido cedió al Pentágono en 1966 la isla de Diego García (a unos 15 mil km de EE.UU.) por un período de 50 años hasta 2016 prorrogado a 2026, para construir una base militar con capacidad para buques, submarinos y bombarderos. El enclave militar norteamericano mantiene desplegados de forma permanente 2,200 soldados.
La base se convirtió en un amenazador bastión militar contra la URSS y China durante la “guerra fría”. Su importante posición permitió a EU intervenir militarmente en toda la región y controlar las principales rutas marítimas. Durante la invasión de Afganistán e Irak, la base fue utilizada para lanzar ataques aéreos contra ambos países y mantener el control militar sobre naciones del Medio Oriente, Africa y puntos estratégicos como el estrecho de Ormuz por donde pasa el 20% del petróleo mundial y el 35% del comercio marítimo.
Desde la fundación de la ONU, 80 colonias o territorios no autónomos han obtenido su independencia. Sin embargo en pleno siglo XXI, aún permanecen 18 territorios coloniales o no autónomos en el planeta (incluyendo Puerto Rico). Los países que desconocen la Carta de la ONU sobre descolonización son: Reino Unido, EE.UU., Francia, Israel y Nueva Zelanda.