NACIONES UNIDAS, 26 de junio (EFE).- La Asamblea de Naciones Unidas se reunió este miércoles para “abordar el tsunami de odio” que azota al mundo y buscar maneras de contrarrestar sus efectos devastadores.
“Doy las gracias a todas las personas implicadas por juntarnos para abordar el tsunami de odio que es tan visible y violento en todo el mundo”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres ante la Asamblea, que celebró una reunión informal bajo el lema “Combatir el antisemitismo y otras formas de racismo y odio. Los desafíos de enseñar tolerancia y respeto en la era digital”.
En su discurso, Guterres advirtió de que, de acuerdo a un estudio reciente de la Universidad de Tel Aviv, los incidentes de violencia antisemita aumentaron en 2018 un 13 por ciento respecto al año anterior.
“En Estados Unidos, Europa y todas partes, los ataques contra sinagogas, cementerios e individuos continúa haciendo que muchos judíos se sientan inseguros”, agregó el secretario general.
“Sólo en los últimos meses y en diferentes partes del mundo, más allá de los ataques a sinagogas, hemos visto masacres en mezquitas y bombardeos en iglesias. Los refugiados y migrantes siguen enfrentándose a la hostilidad”, señaló.
Asimismo, advirtió de que los “supremacistas blancos y neonazis están envalentonados por elecciones que muestran el atractivo de sus mensajes racistas”.
Por su parte, la presidenta de la Asamblea, María Fernanda Espinosa, instó a redoblar los esfuerzos y a trabajar juntos para “garantizar que las semillas del odio no encuentren terreno fértil”.
Para el secretario general, las raíces de este fenómeno beben, entre otras causas, de la violencia, la marginación, la discriminación, la pobreza, la exclusión, la desigualdad, la falta de educación básica y la debilidad de las instituciones del Estado.