Internacional

Otro escándalo en Radio Martí

Jorge Gómez Barata

Por ser parte de una rutinaria sucesión de escándalos, las sanciones aplicadas a Tomas Regalado, director de Radio y Televisión Martí, debido a graves faltas en el desempeño profesional, han pasado prácticamente inadvertidas. Cubano de nacimiento, el ex alcalde de Miami fue sorprendido en falta al comprobarse que fabricó noticias falsas (Fake News), cosa que, dicho sea de paso, ocurre todos los días en esas plantas.

Sancionado administrativamente por la Agencia Global de Medios de Estados Unidos, el pasado día tres, Tomás Regalado fue escoltado hasta la salida de la planta a la cual no podrá ingresar mientras se desarrolla la investigación. La sanción parece ser la zaga de una comisión del Congreso que, al investigar la actividad de esas entidades, concluyó que la programación de Radio y Televisión Martí: “…Estaban plagadas de “mal periodismo” y “propaganda ineficaz”.

Probablemente en la historia de los Estados Unidos no exista un proyecto político tan agresivo, costoso, extravagante e ineficaz contra un país con el cual no se está en guerra como Radio y Televisión Martí, inspiradas en el espíritu del Programa de Santa Fe, el vademécum conservador diseñado en los años ochenta como programa latinoamericano para Ronald Reagan, con la salvedad de que, respecto a Cuba sentenció: “Si la propaganda fallaba vendría la invasión…”

El antecedente más remoto de Radio Martí fue la Radio Swan, emisora que desde Honduras que, con financiamiento de Estados Unidos, realizó trasmisiones radiales piratas hacia Cuba desde 1960 y hasta 1968. Los promotores de la idea de realizar oficialmente trasmisiones de radio y televisión hacia Cuba, se inspiraron en las experiencias de “Radio Europa Libre” y “Radio Libertad” que, según afirmaron, contribuían de manera significativa al debilitamiento de los regímenes comunistas europeos. estimulando la subversión interna.

Bajo la presión de sus consejeros y de la contrarrevolución cubana, entonces liderada por la Fundación Nacional Cubano Americana y Jorge Mas Canosa, en 1981 el presidente Ronald Reagan emitió la Orden Ejecutiva 12323 para crear la Comisión Presidencial para la Radiodifusión hacia Cuba y en 1983 el Comité de Relaciones Exteriores del Senado aprobó el plan para establecer una emisora radial exclusivamente para Cuba.

Para cubrirla con alguna respetabilidad la emisora anticubana fue inscripta como un servicio de la Voz de los Estados Unidos de América (VOA), dependiente de la Agencia de Información de los Estados Unidos (USIA). Entonces las oficinas centrales y los estudios estaban en Washington DC, donde radican la Casa Blanca y los principales organismos gubernamentales. En 1996 se mudó a Miami.

Además de los costos de instalación de más de diez millones de dólares, Radio y Televisión Martí han gastado cerca de mil millones de dólares, con los cuales, entre otras cosas sostiene una plantilla de doscientos empleados. Cada emisión cuesta no menos de 100,000 dólares.

Estas plantas de radio y televisión han utilizado ondas cortas y medias, señales en las bandas de VHF y UHF, aerostatos, aviones, satélites, embarcaciones, incluso Internet, sin lograr que sus emisiones sean captadas en Cuba.

Debido a sus dudosos manejos y su ineficacia, no ha pasado un año sin que las plantas hayan sido objeto de alguna investigación, entre las cuales no faltan las de mal uso de los fondos asignados. El despido del director, Tomas Regalado, una pieza del jurásico formado por los remantes de la contrarrevolución que ha envejecido sin lograr el objetivo de destruir a la Revolución Cubana es un episodio más. Tal vez de los últimos.

La verdadera noticia, es que no hay noticia, sino más de lo mismo.