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Internacional

Polonia e Israel

Alfredo García

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El fiel de la balanza guerrerista de EU se va desplazando del Medio Oriente a Centroeuropa. Mientras el presidente Donald Trump aumenta la presión sobre Rusia con el ariete polaco, Tel Aviv reemplaza al magnate presidente en las acciones contra Irán.

Tras el anuncio del presidente Trump de reducir de 14 mil a 8,600 las tropas norteamericanas en Afganistán, el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszak, informó que Varsovia y Washington acordaron establecer 6 bases militares en territorio polaco para las tropas norteamericanas y el aumento de mil soldados procedente de las 52 mil tropas desplegadas en Alemania, para agregar a los 4,500 soldados de combate presentes en Polonia bajo la bandera de la OTAN desde 2016.

Durante el pasado junio durante una visita a Washington, el presidente polaco, Andrzej Duda, encargó al Pentágono la compra de 32 cazas F-35, el modelo más avanzado de la Fuerza Aérea norteamericana. El gobierno contrarrevolucionario polaco es para EU un socio destacado, porque invierte en defensa más del 2% del PIB exigido por Trump. El aumento de tropas norteamericanas y el rearme polaco, no deja dudas sobre la presión de EU contra el Kremlin. Polonia limita en su frontera nororiental con Kaliningrado, la parte más occidental de Rusia.

Trascendió que la reducción de tropas norteamericanas en Afganistán está relacionada con el supuesto avance de “negociaciones de paz” que desde hace meses mantienen Washington con los talibanes en Doha, capital de Qatar. “Vamos a bajar hasta 8,600 tropas y después tomaremos una decisión a partir de ahí sobre qué ocurre”, declaró Trump en entrevista con una emisora de radio de la ultraderechista cadena norteamericana, Fox News. Al mismo tiempo Israel acusó a Irán de la construcción y modernización de misiles de precisión a la organización islámica chií libanesa, Hezbolá, con la cual el gobierno israelí libró en julio de 2006 una guerra de 34 días en territorio de Líbano, Norte de Israel y Altos del Golán.

El Ejército israelí advirtió que el rearme de Hezbolá “pone en peligro a la población civil libanesa”, sugiriendo una inminente intervención militar para destruir los avanzados cohetes antes de que representen una amenaza para la seguridad israelí. “Irán se limitaba hasta 2016 a transportar proyectiles ya construidos, precisó el teniente coronel, Jonathan Conricus, vocero de las Fuerzas Armadas de Israel. “A partir de 2018 ha optado por modernizar los cohetes del arsenal de Hezbolá con sistemas de dirección, navegación y estabilizadores”, añadió Conricus, quien responsabilizó a oficiales de la Guardia Revolucionaria de Irán destacados en Líbano y a un dirigente de Hezbolá, del “montaje clandestino de los misiles a través de Siria y el aeropuerto y puerto de Beirut”. Según Conricus, las operaciones iraní-hezbolá se llevan cabo en el Sur libanés, el valle de la Bekaa, fronterizo con Siria y en distritos meridionales chiíes de Beirut.

El pasado domingo las autoridades libanesas denunciaron el bombardeo de drones israelíes. Según informó el periódico israelí, Haaretz, el ataque fue contra oficinas de Hezbolá y una maquinaria para fabricar propelentes (explosivo destinado para misiles) en el Sur de Beirut.

Los ataques con drones israelíes en Irak y Líbano, así como la reciente incursión aérea en Siria, han aumentado la tensión en la región. Según la versión israelí, “las acciones están dirigidas a desmantelar un inminente operativo proiraní con aviones no tripulados cargados con explosivos contra el territorio israelí”. En sus declaraciones, el vocero castrense israelí amenazó al gobierno del presidente libanés, Ali Asar Nuruzi: “Nuestro enemigo es Hezbolá, pero el Ejército libanés también puede ser un enemigo potencial, si se enfrenta a nuestras fuerzas”.

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