Extractos de la exhortación apostólica de Francisco sobre la Amazonia
CIUDAD DEL VATICANO, 12 de febrero (EFE/AFP).- El Papa Francisco cerró la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados al ni si quiera mencionarlo en su exhortación sobre el Sínodo de la Amazonia, publicada hoy.
Asimismo, en este documento titulado “Querida Amazonia” , aunque Francisco exhorta a que las mujeres tengan mayores funciones en la Iglesia de la región, también cierra la posibilidad a la creación de diaconisas.
Los obispos de las regiones amazónicas que participaron en el Sínodo del año pasado habían aprobado la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados y reconocidos por su comunidad para poder celebrar la eucaristía en los puntos más remotos de la región.
Sin embargo, el Papa Francisco reconoce que es necesario que la eucaristía llegue a estos lugares pero se limita a pedir que se rece para que crezcan las vocaciones y que se envíen más misioneros en estas zonas.
En este documento de 52 páginas, dividido en 111 puntos, el Papa recoge sus reflexiones tras el Sínodo de los obispos que se celebró en octubre de 2019 y en el que se abordaron los problemas que atraviesa la región amazónica y sus pueblos originarios.
El Papa Francisco ya había adelantado este martes a un grupo de obispos estadounidenses que quienes esperaran un giro histórico sobre el tema del celibato quedarían “decepcionados”.
En el documento final aprobado por una mayoría de dos tercios, la asamblea de los obispos proponía, para que se pueda celebrar la Eucaristía en las zonas más remotas de la Amazonia, “ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad que tengan un diaconado fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable”.
El Papa propone que existan más “diáconos permanentes y que junto con las religiosas y los mismos laicos asuman responsabilidades importantes para el crecimiento de las comunidades (amazónicas)”.
Francisco tampoco abre a la creación de las diaconisas, mujeres que pueden impartir algunos sacramentos, y lo justifica afirmando que es reductivo pensar que “se otorgaría a las mujeres un estatus y una participación mayor en la Iglesia sólo si se les diera acceso al orden sagrado”.
Aunque, el Papa sí que exhorta a “estimular el surgimiento de otros servicios y carismas femeninos, que respondan a las necesidades específicas de los pueblos amazónicos en este momento histórico”, pero “que no requieran” la ordenación.
Extractos de la exhortación apostólica
Extractos de la exhortación apostólica del papa Francisco sobre la Amazonia divulgada este miércoles por el Vaticano y que lleva el título “Querida Amazonia”.
- “La querida Amazonia se muestra ante el mundo con todo su esplendor, su drama, su misterio”.
- “Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida”.
- “Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana”.
- “Sueño con una Amazonia que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas”.
- “Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos”.
- “No es necesario que yo repita aquí los diagnósticos tan amplios y completos que fueron presentados antes y durante el Sínodo. Recordemos al menos una de las voces escuchadas: ‘Estamos siendo afectados por los madereros, ganaderos y otros terceros. Amenazados por actores económicos que implementan un modelo ajeno en nuestros territorios’”.
- “A los emprendimientos, nacionales o internacionales, que dañan la Amazonia y no respetan el derecho de los pueblos originarios al territorio y a su demarcación, a la autodeterminación y al consentimiento previo, hay que ponerles los nombres que les corresponde: injusticia y crimen”.
- “La inculturación eleva y plenifica. Ciertamente hay que valorar esa mística indígena de la interconexión e interdependencia de todo lo creado, mística de gratuidad que ama la vida como don, mística de admiración sagrada ante la naturaleza que nos desborda con tanta vida”.
- “No nos apresuremos en calificar de superstición o de paganismo algunas expresiones religiosas que surgen espontáneamente de la vida de los pueblos. Más bien hay que saber reconocer el trigo que crece entre la cizaña, porque ‘en la piedad popular puede percibirse el modo en que la fe recibida se encarnó en una cultura y se sigue transmitiendo’”.
- “Conviene revisar a fondo la estructura y el contenido tanto de la formación inicial como de la formación permanente de los presbíteros, para que adquieran las actitudes y capacidades que requiere el diálogo con las culturas amazónicas. Esta formación debe ser eminentemente pastoral y favorecer el desarrollo de la misericordia sacerdotal”.
- “El sacerdote es signo de esa Cabeza que derrama la gracia ante todo cuando celebra la Eucaristía, fuente y culmen de toda la vida cristiana. Esa es su gran potestad, que sólo puede ser recibida en el sacramento del orden sacerdotal. Por eso únicamente él puede decir: ‘Esto es mi cuerpo’. Hay otras palabras que sólo él puede pronunciar: ‘Yo te absuelvo de tus pecados’”.