LIMA, Perú, 5 de marzo (AFP).- La bandera de Perú ondeaba a media asta el jueves en edificios públicos de Lima en honor al diplomático peruano Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de la ONU de 1982 a 1991, fallecido en la víspera a los 100 años de edad.
“Me aúno a los sentimientos de pesar por el sensible fallecimiento del Embajador Javier Pérez de Cuéllar, insigne peruano y figura emblemática de nuestra diplomacia, que dedicó su vida a servir al país y a la paz internacional”, declaró el canciller peruano Gustavo Meza-Cuadra en Twitter.
El exjefe de la ONU falleció en su casa en Lima el miércoles en la noche “después de una semana complicada” en su condición de salud, dijo su hijo Francisco Pérez de Cuéllar al anunciar su deceso.
Los restos del diplomático serán velados este jueves en su hogar y llevados el viernes al Palacio de Torre Tagle, sede de la cancillería peruana, donde recibirá honores oficiales. Será sepultado el sábado en el Cementerio Presbítero Maestro de Lima, indicó su hijo.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se declaró “profundamente entristecido por el fallecimiento” de su predecesor y envió sus condolencias a “su familia, el pueblo peruano, y a tantos otros alrededor del mundo cuyas vidas fueron tocadas por este notable y compasivo líder mundial”.
Agregó que “dejó un profundo impacto” tanto en la ONU como en el mundo con una gestión al frente de la organización que coincidió con “algunos de los años más helados de la Guerra Fría”.
Guterres recordó además que tuvo un “rol crucial en una cantidad de éxitos diplomáticos, incluyendo la independencia de Namibia, el fin de la guerra Irán-Irak, la liberación de los rehenes estadounidenses en Líbano, el acuerdo de paz en Colombia y, en sus últimos días de gestión, un histórico acuerdo de paz en El Salvador”.