El consumo de drogas en el mundo ha experimentado un preocupante aumento en la última década, alcanzando en 2023 la cifra récord de 316 millones de personas, es decir, el 6 por ciento de la población global entre 15 y 65 años, reveló el Informe Mundial sobre Drogas 2025 publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El documento, presentado en Viena, destaca que el cannabis continúa siendo la droga más consumida, con 244 millones de usuarios, lo que representa el 77 por ciento del total. Le siguen los opioides con 61 millones de consumidores, las anfetaminas con 30.7 millones, la cocaína con 25 millones y el éxtasis con 21 millones.
El informe advierte que los estupefacientes sintéticos, como las metanfetaminas y el fentanilo, han tenido una gran expansión, facilitados por la digitalización y el comercio a través de internet.
Además, se observa una preocupante tendencia: el inicio del consumo se da a edades cada vez más tempranas y los mercados ilegales se diversifican rápidamente.
Noticia Destacada
ONU advierte riesgo de catástrofe nuclear si es atacada central de Bushehr en Irán
Los opioides siguen siendo las drogas más letales. En Estados Unidos, el fentanilo y otras sustancias sintéticas de alta potencia están detrás de la mayoría de las más de 100 mil muertes por sobredosis registradas en 2023.
En otras regiones, se identifican problemáticas particulares: en América del Sur, el consumo de pasta base de cocaína (paco) ha generado crisis de salud pública en países como Argentina, Bolivia y Perú.
En Europa del Este, los opioides y la heroína predominan, mientras que en África Occidental ha aumentado el consumo de tramadol. En el sudeste asiático, la metanfetamina domina los mercados ilícitos.
La ONU denuncia que solo uno de cada cinco consumidores con problemas graves tiene acceso a tratamiento, y las mujeres enfrentan aún más obstáculos por el estigma y el temor a perder la custodia de sus hijos.
El organismo internacional insiste en abandonar los enfoques punitivos y priorizar las estrategias de salud pública, prevención y tratamiento, con especial atención a las poblaciones más vulnerables, como mujeres, jóvenes y desplazados.
IO
