
Las Fuerzas Armadas de Ucrania informaron sobre un nuevo ataque contra infraestructura militar en territorio ruso como parte de sus acciones para debilitar la capacidad aérea de Moscú.
De acuerdo con el Estado Mayor ucraniano, el 5 de julio se llevó a cabo un ataque al aeródromo de Borisoglebsk, ubicado en la región de Voronezh, una de las principales bases de aviones de combate rusos.
El aeródromo alberga modelos como los cazas Su-34, Su-35S y Su-30SM, que han sido utilizados en operaciones ofensivas contra Ucrania.
Según el informe militar, el ataque logró impactar un depósito de bombas aéreas guiadas, así como un avión de entrenamiento y posiblemente otras aeronaves.

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Las autoridades ucranianas señalaron que aún se evalúan los daños exactos, pero destacaron que esta operación busca reducir la capacidad de Rusia para realizar ataques aéreos y presionar al Kremlin para que cese su ofensiva militar.
Como parte de esta ofensiva, Ucrania también lanzó más de un centenar de drones contra objetivos estratégicos en otras regiones de Rusia.
En Saratov, los drones atacaron el aeródromo de Engels, donde se encuentran los bombarderos estratégicos Tu-160, considerados parte esencial de la fuerza nuclear rusa. Asimismo, se reportaron ataques en Moscú, San Petersburgo y en la planta de Cheboksari, en Chuvasia, donde se fabrican componentes para drones rusos.
El Ministerio de Defensa de Rusia reconoció que sus sistemas de defensa antiaérea respondieron a los ataques en Voronezh, Saratov y Chuvasia.
Sin embargo, las autoridades regionales minimizaron los hechos al informar solo sobre daños menores. Testigos en distintas zonas reportaron haber visto columnas de humo en las instalaciones alcanzadas.
Este tipo de ataques se han intensificado como parte de la defensa de Ucrania frente a la invasión a gran escala iniciada por Rusia en febrero de 2022.
La región de Voronezh, desde donde operan fuerzas rusas, ha sido señalada reiteradamente como punto de origen de los ataques a la infraestructura civil ucraniana, especialmente en Járkiv, uno de los principales blancos de la ofensiva rusa.
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