
Varios países árabes manifestaron su rechazo frontal a las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien en una entrevista afirmó apoyar la visión de un “Gran Israel”, concepto que alude a fronteras bíblicas de la época del rey Salomón e incluiría territorios más allá de Cisjordania, abarcando partes de Jordania, Líbano y Siria.
En la conversación con la cadena I24 News, Netanyahu respondió con un “por supuesto” en dos ocasiones cuando se le preguntó si respaldaba esa idea, lo que detonó críticas inmediatas de gobiernos de la región.
Egipto, Jordania e Irak encabezan el rechazo
El ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto condenó las declaraciones y solicitó aclaraciones a Israel, advirtiendo que el planteamiento refleja una provocación a la estabilidad regional y un rechazo a la opción de paz.
Por su parte, la diplomacia de Jordania denunció una “peligrosa escalada” y una amenaza directa a la soberanía de los países vecinos.

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El gobierno de Irak también condenó el comentario, señalando que revela “ambiciones expansionistas” y representa “una clara provocación” a la soberanía árabe.
Arabia Saudita reitera apoyo a Palestina
Arabia Saudita se sumó al rechazo, expresando su total oposición a proyectos de expansión y reafirmando el derecho histórico y legal del pueblo palestino a establecer un Estado independiente.
Este episodio se suma a tensiones previas: en febrero, varias naciones árabes, incluida Arabia Saudita, ya habían criticado a Netanyahu por declaraciones que insinuaban la creación de un Estado palestino en territorio saudí.
Con información de AFP
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