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México

Multitud arropa con entusiasmo a AMLO

 

—¡Presidente! ¡Pre-si-den-te! ¡Presidente! ¡Pre-si-den-te! —se desgañitaba la gente a las puertas del Palacio de Gobierno, a media calle, sin permitir que Andrés Manuel López Obrador descienda de la camioneta.

Con sus teléfonos celulares, decenas de personas rodearon la camioneta buscando una “selfie” con el próximo Presidente de México. Sin importarles que pudieran atropellarlos o por el intenso calor que despide el motor de ese vehículo, se lanzaron hacia él como pudieron.

—¡Andrés Manuel! ¡Escúchanos! ¡Somos el Pueblo!

Y él sonreía, extendía las manos, saludaba, recibía peticiones, caminaba despacio no porque no pudiera, sino porque no lo dejaban, mientras el Gobernador Mauricio Vila Dosal lo esperaba al filo de la banqueta que da acceso al Palacio de la 61.

Andrés Manuel llegó un par de minutos antes de la una de la tarde, cuando el calor se sentía extremo. La prensa fue acomodada a los costados de la entrada, para que pudiera tomar el momento en el que se encuentre con el Gobernador y ambos entren a Palacio.

Había un fuerte pero discreto operativo de seguridad. Incluso los guardias de Palacio fueron vestidos como civiles, de guayabera y pantalón caqui, sin su tradicional uniforme de policías. En la calle, la Policía Municipal vigilaba el tráfico, pero no había cortes sobre la calle 60, pues el templete para el encuentro vespertino con la gente se colocó al otro lado, en la 62 con 63.

Diputados sonrientes

Previo a la llegada del futuro Presidente de México, arribaron diputados locales y federales de todas las fuerzas políticas que representan a Yucatán. Entraron sonrientes, repartiendo saludos, entrevistas. “Ojalá le vaya bien a Yucatán”, decían.

Arribaron los senadores Jorge Carlos Ramírez Marín, Verónica Camino Farjat y Raúl Paz Alonzo. También el Secretario de Seguridad Pública (SSP), Luis Felipe Saidén Ojeda, y el de Fomento Económico y del Trabajo, Ernesto Herrera Novelo. Ambos recientemente ratificados por Vila Dosal.

Un día antes, el Gobernador anticipó que uno de los principales temas a tratar con el tabasqueño será lo relacionado con el combate a la pobreza en la Entidad. Y una vez en el Despacho del Palacio, el mandatario le entregó a López Obrador una carpeta que denominó “Acciones estratégicas. Yucatán 2018-2024”, pero además se metió en los bolsillos al tabasqueño pegándole por donde más le gusta.

Vila Dosal le obsequió un jersey blanco de los Leones de Yucatán que en la espalda decía “López Obrador 3”.

—¿Y por qué el número 3 en la camisa? —preguntó el cronista al mandatario.

—Porque es el número que siempre usa —contestó.

Feliz, López Obrador recibió también la gorra verde del equipo yucateco de pelota y contestó que a Yucatán le irá muy bien en este sexenio. Y lo demostró empezando por el hecho de alargar la reunión con el mandatario de 20 minutos a una hora, para escuchar todos los planteamientos.

En el Salón de la Historia

Después ambos caminaron al Salón de la Historia, donde los demás los esperaban, para enviar sendos mensajes ante miembros del gabinete legal y ampliado, así como senadores, diputados federales y locales de todos los partidos políticos, en donde acordaron establecer una agenda común que se realice a través del trabajo incansable y coordinado.

De ese modo, el Gobernador reiteró la disposición de su administración para que, mediante el trabajo a nivel estatal y federal, se emprendan acciones que le den a Yucatán la importancia que requiere.

—Es usted muy bienvenido en Yucatán, aquí tiene su casa, siempre se le va a recibir con los brazos abiertos y, por supuesto, de parte del Gobierno estatal, estamos en la mejor disposición de trabajar de manera coordinada con su administración, en los proyectos que usted ya me presentó, que creo que son proyectos muy viables y que vamos a estar trabajando muy fuertemente para apoyar.

Y López Obrador contestó: “Tenemos una meta común, en ambos Gobiernos se encuentra la intención de erradicar la pobreza extrema en la Entidad y el país, por lo que se aplicarán los fondos necesarios para ganar esta lucha.

—Como todos sabemos, formamos parte de un acuerdo general, un pacto federal. Yucatán es un Estado no sólo en la formalidad, sino en los hechos históricos, un Estado libre y soberano, y vamos a ser respetuosos de sus autoridades y vamos a ser, también, muy respetuosos del ciudadano Gobernador del Estado de Yucatán —dijo.

Sellado el pacto, el Gobernador y el futuro mandatario del país se dirigieron a la salida para encarar a la prensa.

Elogios a la austeridad

López Obrador no perdió el tiempo para señalar que es la hora del Sureste y para elogiar las medidas de austeridad del mandatario. “Es ejemplo para los demás Gobernadores, ojalá sean como él”, dijo el tabasqueño y, aunque un reportero trató de poner en evidencia a Vila Dosal señalando que no se habían bajado los sueldos de los funcionarios, el tabasqueño fildeó bien y cual jardinero central que salta para arrebatar el jonrón, apuntó que dentro de poco “nadie va a ganar más que el Presidente de la República”.

Y acto seguido se despidió del mandatario y salió a la calle. Pero aquello fue un pandemónium. La gente se volvió a abalanzar sobre la camioneta.

—¡Presidente! ¡Presidente!

Todos lo querían tocar, fotografiarse con él. Algunos pretendían hacerle peticiones, como aquella señora que se la pasó gritando que la atiendan, o como los venteros de Chichén Itzá que se auto-asumían como mayas y que pedían que no los desalojen de la zona arqueológica, pero la inmensa mayoría sólo quería una foto con el Presidente, con su Presidente, con Andrés Manuel López Obrador.

(Rafael Gómez Chi)

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