La caravana se reagrupa para seguir su camino a EE. UU.
TAPANATEPEC, Oaxaca, 28 de octubre (AFP/AP) - La caravana de miles de migrantes hondureños que se dirige a Estados Unidos puso una pausa en su marcha este domingo, en el poblado mexicano de Tapanatepec, para reagruparse después de que el sábado el rumor del robo de un niño agitó a la multitud y movilizó a la policía regional.
“Habíamos decidido en asamblea salir esta madrugada rumbo a Niltepec pero decidimos mejor quedarnos a descansar y reforzar la unidad del movimiento migratorio”, comentó a la AFP Gina Garibo, de la organización Pueblos Sin Fronteras, que ha coordinado ésta y otras caravanas.
La noche del sábado el rumor de que se habían robado a un niño provocó que decenas de migrantes corrieran hasta la puerta de la iglesia de Tapanatepec, donde otras personas lograron resguardar al hombre acusado del hecho.
La Policía de Oaxaca, al que pertenece Tapanatepec, se llevó al individuo para resguardarlo de la multitud, añadió Garibo, para quien el episodio “fue un acto de provocación”.
“Queremos evitar a toda costa dar motivos para que la policía haga un operativo” que derive en una deportación masiva, añadió.
“No tenemos que caer en la provocación de la violencia. ¿No creen que eso (el rumor del robo del menor) fue algo mandado de afuera para hacernos quedar mal ante todo el mundo?”, expuso el nicaragüense Alexander Martínez en la asamblea efectuada la mañana del domingo en la plaza de Tanatepec.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, lanzó el viernes un programa dirigido a migrantes denominado “Estás en tu casa” que ofrece asistencia médica, educación e incluso trabajo temporal a centroamericanos sin papeles, pero con la condición de que soliciten refugio y permanezcan en Oaxaca y Chiapas.
Pero los integrantes de la caravana –en su gran mayoría hondureños, aunque hay otros centroamericanos– votaron el mismo viernes a mano alzada por llegar a la Ciudad de México para pedir ahí un permiso migratorio que les permita transitar libremente por este país, incluso llegar a la frontera con Estados Unidos.
El sábado en la madrugada, la caravana fue detenida en la carretera entre Arriaga y Tapanatepec por un cerco de la Policía Federal y funcionarios del Instituto Nacional de Migración que tenían la instrucción de asegurarse de que los migrantes conozcan los detalles del programa del Presidente.
La columna humana retomará su camino hacia el pequeño poblado de Niltepec en la madrugada del lunes.
Los coordinadores de la caravana de miles de migrantes centroamericanos que se dirige al sur de México exhortaron a los participantes a descansar el domingo.
Al principio los migrantes parecían resueltos a continuar su camino, pero luego cambiaron de parecer ante los reportes sobre el presunto secuestro de un menor.
Después de sufrir un retraso de un par de horas cuando agentes de la policía federal impidieron que salieran de la comunidad de Arriaga el sábado por la mañana, la mayoría de los migrantes llegó a Tapanatepec bajo un sol abrasador. Decenas se dirigieron al río Novillero, debajo de la plaza central, para bañarse, lavar su ropa y mitigar el calor. Otros hicieron fila en un centro de atención médica, en su mayoría en busca de atención para sus lastimados pies.
Por primera vez, una rama del gobierno federal parecía ayudar directamente a los migrantes en su travesía en lugar de tratar de frenar la caravana. En este caso el Grupo Beta, la agencia mexicana de protección a los migrantes, brindó ayuda a los rezagados y distribuyó agua.
En la reunión vespertina cotidiana de la caravana en la plaza del pueblo, los coordinadores trataron de establecer una especie de código de caballerosidad.
Muchos de los migrantes han dependido de viajar de dedo para trasladarse de un poblado a otro en lugar de cubrir a pie todo el camino. Cuando los camiones se detienen son generalmente hombres jóvenes quienes corren para llegar primero. Mujeres con niños en brazos o empujando carriolas están en desventaja.
El sábado por la noche, una monja regañó a un hombre y pidió a las mujeres ser más agresivas al momento de buscar transporte. La monja agregó que la iglesia ayudaría a fin de que cinco camiones transporten sólo a mujeres con niños en la siguiente caminata a Niltepec, aproximadamente a 54 kilómetros (33 millas) de distancia.
“Para mí, yo pienso que es malo porque tiene que tener pareja, porque todos vamos luchando en el camino, hay que haber igualdad”, sostuvo Héctor Alvarado, de 25 años y originario de Atlántida, Honduras. Alvarado comentó que dejó a su esposa y su hija de dos años para tratar de ganarse la vida en Estados Unidos.
Rosa Bonilla viaja con su hija de 10 años y su hijo que pronto cumplirá dos años. Bonilla, madre soltera, comentó que nunca ha podido ganarles a los hombres un lugar en los camiones que se detienen, pero agregó que algunos hombres se aseguran de que las madres de familia logren subir al vehículo.
“No estoy de acuerdo que serían las mujeres con niños”, declaró al argumentar que debería permitir que también los esposos suban para proteger a sus parejas.
“Si nos vamos nosotros solas, cualquier cosa pueda suceder”, concluyó.
El gobierno mexicano parece estar indeciso entre impedir que los migrantes lleguen a la frontera con Estados Unidos o lustrar su imagen internacional en materia de derechos humanos.
El sábado, un centenar de policías federales con equipo antimotines bloquearon una carretera rural en el sur de México poco antes del amanecer para alentar a los migrantes a que soliciten asilo en el país en lugar de continuar la ardua marcha hacia el norte. El Presidente estadounidense Donald Trump ha exhortado a México a que no permita el arribo de la caravana a la frontera.
La policía les permitió avanzar después que representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos argumentó que los migrantes no se pondrían a pensar en solicitar asilo en un tramo de carretera rural sin sombra, baños ni agua.
Poco después de la reanudación de la marcha, funcionarios de gobierno les dieron una mano.
Martín Rojas, miembro de la agencia de protección de migrantes Grupo Beta, dijo que planeaban usar camionetas para ayudar a los rezagados a alcanzar el grupo principal.
Rojas dijo a la AP que había gente desmayada y heridos. Dejó a un grupo de mujeres y niños en Tapanatepec, donde pensaban pernoctar. Rojas los recogió en una carretera donde marchaban con temperaturas de hasta 40 grados.
La caravana todavía debe recorrer mil 600 kilómetros hasta llegar al cruce fronterizo más próximo, en McAllen, Texas. El viaje podría ser el doble de largo si los alrededor de 4 mil migrantes se deciden por el cruce Tijuana-San Diego como hizo una caravana similar a principios de año. Apenas unos 200 llegaron a la frontera.
La secretaría de Interior dijo que se han emitido números de identidad temporarios a 11 migrantes. Los documentos, llamados CURP, autorizan a los migrantes a permanecer y trabajar en México, y la secretaría dijo que había mujeres embarazadas, niños y ancianos entre los que se acogieron al programa lanzado por el presidente Enrique Peña Nieto y recibían asistencia en los refugios.