CIUDAD DE MEXICO, 3 de noviembre (Vice/SinEmbargo).- “Sigo siendo la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional. Lo que tiene Juan Díaz es la chequera de los maestros. Pero lo que tengo yo es el liderazgo de los trabajadores. ¡Esa es la diferencia!”, exclamó Elba Esther Gordillo, el pasado 22 de octubre, en una reunión con integrantes de la agrupación Maestros x México.
Un auditorio repleto le regresó gritos y aplausos a la mujer que dirigió el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) durante un cuarto de siglo, la militante del PRI hasta su expulsión en 2006, la que en 2013 fue detenida mientras el Gobierno de Enrique Peña Nieto impulsaba una Reforma Educativa, la que por ello pasó cuatro años en prisión y uno bajo arraigo domiciliario. Al momento de su discurso, la ex dirigente que simbolizó el inmenso poder corporativo cumplía dos meses de haber sido exonerada de todo cargo delictivo.
La maestra fue capturada en febrero de 2013 por elementos de la Policía Federal en el Aeropuerto de Toluca, cuando estaba a punto de abordar su jet privado para volar a San Diego. En ese momento, Gordillo ya había roto con el Presidente Peña Nieto al rechazar por completo la Reforma Educativa, que afectaba la estructura del SNTE. Su paso por prisión puede resumirse en un batallar en la que ella ganó casi todos los combates: la Procuraduría General de la República (PGR) jamás pudo acreditar los cargos de desvío por dos mil millones de pesos y fraude fiscal por 160 mil dólares. Y en diciembre de 2017, cuando arrancaba el proceso preelectoral, logró el beneficio de la prisión domiciliaria ante la PGR. Sus abogados habían alegado problemas de salud y avanzada edad (73 años). Así, se fue a su departamento de Polanco.
Pero hubo un combate que Elba Esther Gordillo no ganó. No pudo asistir al funeral de su primogénita, Mónica Arriola Gordillo, quien falleció el 14 de marzo de 2016, mientras ella enfrentaba el juicio.
¿Cuánto dinero hay en la chequera que reclama la maestra? Hasta ahora, mil 56 millones de pesos, lo cual equivale a casi el 50 por ciento del dinero que ha recibido el sindicato, sólo entre 2017 y 2018. Esa cantidad alcanzaría para reconstruir 365 escuelas de 10 estados de la República, dañadas por los sismos de 2017.
Un botín en el banco
A través de transferencias a una cuenta de Santander, de 2013 a 2018, el Gobierno federal le entregó al SNTE, bajo la dirigencia de Juan Díaz de la Torre, tres mil 460 millones de pesos, según los convenios de los siete programas firmados por el sindicato y la Secretaría de Educación Pública (SEP) durante el sexenio de Peña Nieto. Cuatro de esos programas, que suman mil 780 millones de pesos, estaban asignados a promover la Reforma Educativa. Los otros tres estaban destinados a proyectos que el sindicato le presentó al Gobierno, y que en varios casos no desarrolló.
Estas fueron las cantidades que acordó Díaz de la Torre en los primeros años del peñanietismo: 350 millones de pesos en 2013, 300 millones en 2014 y 290 millones en 2015. Posteriormente, las entregas de recursos fueron más generosas: 790 millones en 2016, 880 en 2017 y 850 en 2018.
Fue una danza de millones que el dirigente de los maestros no ha gastado por completo. Sólo entre 2017 y 2018, el líder sindical recibió tres mil 460 millones de pesos, de los cuales, no dispuso de la tercera parte; es decir, esos mil 56 millones que siguen en la chequera a la que se refirió Gordillo.