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México

'Atole con el dedo”

CIUDAD DE MÉXICO, 22 de diciembre (SinEmbargo).– El activista Alberto Manuel Athié Gallo consideró que si bien los Legionarios de Cristo reconocieron en su informe la problemática interna de casos de pederastia en los que incurrieron superiores, no se analiza el tema como un “doble abuso de autoridad sacralizada que doblega las conciencias y somete de forma violenta sexualmente a personas vulnerables -menores de edad en su mayoría-, manipuladas y hasta amenazadas de muchas formas”.

“En este sentido, no lo hace deliberadamente en lo que corresponde a los 3 niveles de responsabilidad del delito de pederastia clerical en la Iglesia católica (-clérigos depredadores con diversas problemáticas- superiores y obispos encubridores de depredadores sexuales locales en varios niveles (colegios, diócesis, países, etc.)- con pleno conocimiento y dirección de la Santa Sede, y los papas como estrategas institucionales mundiales del encubrimiento y control de la pederastia“, dijo.

A través de su página de Facebook, el ex integrante del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) compartió un breve análisis sobre el estudio difundido este sábado, el cual reveló que 175 menores de edad han sido víctimas de abuso sexual, incluidos al menos 60 por el padre Marcial Maciel, en la congregación desde su fundación en 1941 y hasta este reciente 16 de diciembre.

Pese a que los Legionarios de Cristo admiten que la pederastia clerical implica un problema de manipulación del poder sacral, insistió, “sólo analiza los casos que conoce de abusos sexuales infantiles por parte de algunos de sus miembros clericales y concluye que se tratan de 175 casos en todo el mundo”.

Sin embargo, el ex sacerdote recordó que tan sólo en México se detectaron más de 100, los cuales a la fecha están siendo tratados y controlados de manera adecuada.

En la publicación, destacó que tampoco el informe toma en cuenta “a fondo la gravísima problemática de la pederastia clerical en la persona del mismo Maciel y en el diseño y construcción de la misma Legión en y desde su fundador, como lo señaló el Informe de la Comisión Pontificia que nombró el Papa Ratzinger, y señaló que Maciel no sólo había cometido actos moralmente aberrantes, sino ‘auténticos delitos graves’… que nunca tuvo un verdadero ‘sentido religioso’ -y por lo mismo cuestionó su carisma fundacional- y como, todo ello, dañó ‘estructuralmente’ a la Congregación -que el Cardenal De Paolis nunca quiso investigar-, valiéndose de sus relaciones y de los mismos efebos, para lograr sus objetivos de poder, relaciones, dinero, vocaciones, etc.”.

Asimismo, Athié Gallo precisó que este informe y el anterior sobre el Padre “Fernando Martínez ponen en evidencia su incapacidad para atender esa problemática desde y a favor de la verdad y justicia para con las víctimas”.

“Un análisis riguroso del caso del P. Fernando Martínez (ver el informe del caso) lo demuestra cuando afirman que lo cambiaban de espacio con niñas y/o niños cuando se le detectaban casos de abuso y lo cambiaban a otro espacio similar en 6 ocasiones hasta que lo mandaron a Salamanca a atender niños-adolescentes y luego a Roma donde se le tiene protegido aunque no ejerza algún ministerio”, agregó.

Por último, subrayó que los Legionarios de Cristo “no consideran que entre los datos que tienen y los que existen realmente, no sólo hay un número que les sobrepasa totalmente, sino que el problema como tal, aunque está incrustado en su identidad y estructura, los rebasa por todas partes”.

“La Legión de Cristo no sabe ni tiene la capacidad de atender esa problemática porque, desde el principio, lo que le ha preocupado, no son las y los niños, sino el uso y manipulación de los mismos y de sus padres con fines de poder, como les enseñó su fundador”, finalizó.

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