CHETUMAL, Quintana Roo, 5 de diciembre.- Ante la falta de atención por parte de los tres niveles de gobierno, pero sobre todo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), productores de piña del municipio de Bacalar bloquearon la carretera federal Chetumal-Escárcega-Cancún-Mérida, justo a la entrada de la capital del estado y frente al deshuesadero de vehículos “El Barón”, lo cual propició enojo y malestar de cientos de conductores de vehículos, además de pérdidas millonarias en el autotransporte.
Los campesinos bloquearon la carretera federal mostrando las pancartas con los textos: “AMLO saca a esas ratas de la Sader de Quintana Roo, Carlos Tapia y Otilia Valenzuela”, “Carlos Vázquez robó 4 millones de pesos en cuatro proyectos”, “Fuera representantes corruptos de la Sader”, entre otros.
El bloqueo inició minutos antes de las cinco de tarde por parte de los productores de piña de la zona conocida como la vía corta a Mérida, que abarca los poblados Manuel Ávila Camacho, Divorciados, La Pantera, Lázaro Cárdenas, Vallehermoso, entre otros; debido a que el encargado del despacho de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Carlos Vázquez Tapia, no atendió el problema, que tiene mucho tiempo atrás, y hoy los ignoró.
Aunque en otras ocasiones los productores de piña de la vía corta a Mérida viajaron desde sus comunidades a Chetumal para exponer el problema; sin embargo, siempre les dieron largas al asunto y ninguna solución, por lo que este día regresaron decididos a todo.
Ya que desde muy temprano bloquearon las entradas al edificio de la delegación de la Sader en la capital del estado, pero de nuevo el encargado del despacho ignoró a los cerca de 200 campesinos, los cuales aguantaron firmes hasta después del mediodía.
Sin embargo, al ver que pasaban las horas y los seguía ignorando el encargado del despacho de la Sader, a las cuatro de la tarde bloquearon la carretera federal que se ubica frente a la Sader y el Aeropuerto Internacional de Chetumal, pero al notar que no tenía el efecto esperado ni la atención de las autoridades federales decidieron caminar y bloquear los dos carriles de la carretera federal Chetumal-Escárcega-Cancún, entre los puentes de entrada a Chetumal y el que conduce a la frontera con el país de Belice.
Fue minutos antes de la cinco de la tarde, cuando con palos y sus propios cuerpos los campesinos bloquearon los dos carriles de circulación, y por ser una hora de importante movimiento de salidas y entradas a Chetumal, pronto se registró una larga fila de vehículos, autobuses y camiones de carga.
Resultaron afectados cientos de ciudadanos que tenían que llegar a la capital del estado para realizar sus labores de costumbre, así como a los que viajaban de Chetumal con destino a la Ciudad de México, Cancún, Playa del Carmen, Cozumel y Mérida, Yucatán.
Para tratar de solucionar el conflicto llegó al lugar de los hechos el coordinador de Programas de Desarrollo del gobierno federal, mejor conocido como superdelegado, Arturo Abreu Marín, pero no logró nada, pues los productores lo corretearon.
Mientras pasaba el tiempo la fila de vehículos era más larga, situación que propició intercambio verbal entre los campesinos y viajeros, pues señalaban que estaban de acuerdo con su lucha, pero no la forma en que la realizan, pues afecta a terceros.
En tanto, los campesinos destacaron que por experiencia saben que la única forma que les hagan caso es cerrando la circulación en la carretera federal, tal como sucedió esta tarde-noche en la entrada de Chetumal.
Finalmente, cerca de las siete y media de la noche, los campesinos fueron invitados a negociar en las oficinas de la Sader, por lo que aceptaron y levantaron el bloqueo en la carretera federal Chetumal-Escárcega-Cancún-Mérida.
Juan Bautista Xicum, en representación de los productores de piña, informó que el problema es añejo y que el encargado del despacho de la Sader, Carlos Vázquez Tapia, solamente le ha dado largas al asunto, pues no les ha entregado los recursos a los campesinos por el orden de los 12 millones de pesos.
Incluso, señaló a Carlos Vázquez Tapia de haber malversado los 12 millones de pesos junto con su gavilla que trabaja en con él en la Sader, quienes están protegidos por el superdelegado Arturo Abreu Marín, por lo que afirmó que solicitan la renuncia de Vázquez Tapia.
“Los más de cien piñeros que señalaron que representan a un total de 400 exigiendo aparezcan estos recursos, ya que a menos de un mes que culmine el año no hay transparencia de dónde quedaron, mientras tanto, los agricultores pasan por una crisis derivado de la sequía y el alto costo de los insumos”, dijo.
El delegado de la comunidad Divorciados, Juan Bautista, acusó que recientemente la Sader gestionó y obtuvo 12 millones de pesos para proyectos de siembra de piña.
De ellos, dos corresponden a productores de Divorciados y una cantidad similar a Manuel Ávila Camacho, pero tales recursos no han sido entregados a los productores y el periodo de siembra ya está por concluir.
Además, se desconoce el destino de los ocho millones de pesos restantes y aunque según se destinará a cooperativas, pero éstas son “fantasmas”, denunció Gonzalo Guzmán, representante del ejido La Pantera.
Y es que según autoridades de la Sader, utilizaron documentos de los ejidatarios para la gestión de los recursos, pero nunca se les informó. “Ahora, al parecer, todo indica que hicieron uso indebido de nuestros datos personales para la gestión de recursos y no pretenden otorgárnoslos”.
En tanto, los verdaderos productores se encuentran absorbiendo todos los gastos por la siembra y mantenimiento de los cultivos de piña, cuyos insumos se han elevado más de 30 por ciento durante este año 2019.
“Siempre hacen lo mismo en las dependencias, estatales y federales, sacan el recurso a nombre de los productores y se lo roban ellos”, reiteró.
Cabe destacar que los campesinos levantaron su bloqueo a las siete y media de la noche, pero se fueron a negociar con las autoridades de la Sader a puerta cerrada, para analizar los proyectos y presuntos desvíos de recursos, además de la liberación de los apoyos pendientes, pero hasta el cierre de esta edición no habían concluido.
(Luis Enrique Tuz)