México

Renuncian policías narco-violencia

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de septiembre (InSightCrime).- Los agentes de policía del Estado de Sonora, México están renunciando debido a que muchos de sus colegas han sido asesinados violentamente, y el Gobierno pretende llenar el vacío con la nueva Guardia Nacional, en lugar de buscar una solución local.

El 2 de septiembre, el Secretario de Defensa de México, General de División DEM Luis Cresencio Sandoval, advirtió que la Policía estatal de Sonora tenía un déficit de personal de 40 por ciento.

Como respuesta, el Gobierno no está reclutando agentes a nivel local, sino que desplegará a más de 4 mil miembros de la Policía Federal y de la Guardia Nacional con el fin de reforzar la seguridad en el estado.

El último censo oficial sobre seguridad pública muestra que la situación es aún peor: revela que Sonora tenía 28.9 policías uniformados por cada 100 mil personas, cuando las directrices de la ONU recomiendan 180 policías por cada 100 mil habitantes.

La crisis se ha agudizado especialmente por el aumento de la violencia en el estado. En todo el 2018, en la capital de Sonora, Hermosillo, hubo 175 asesinatos, mientras que a finales de agosto del 2019 ya se había llegado a un total de 172. El primer semestre del 2019 fue además el más violento en la historia del Estado.

Este aumento ha tenido un impacto en la policía estatal, pues 16 policías han sido asesinados en lo que va del 2019, en comparación con 11 que hubo en todo el 2018.

La mayoría de los asesinatos en el Estado se han cometido en la estratégica ruta de la droga que parte del municipio de Cajeme, pasa por la ciudad portuaria de Guaymas y la capital, Hermosillo, y llega a la frontera con Estados Unidos en Nogales y sus alrededores.

Análisis de Insight Crime

Quizá el momento crítico de la policía de Sonora llegó el 29 de junio, cuando cuatro agentes fueron atacados en Guaymas, y uno de ellos fue asesinado. Unos días más tarde, una habitante de la ciudad llamó a la policía para pedir ayuda porque había sido asaltada, pero le respondieron que nadie acudiría en su ayuda.

En la grabación se escucha que un agente le dice a la víctima que “los policías que aún están vivos se encuentran incapacitados y nadie quiere trabajar”.

Sólo en este verano, nueve policías de Guaymas renunciaron por temor a perder sus vidas.

Dada la debilitada moral, es comprensible que el Gobierno Federal recurra a la ayuda externa. Sin embargo, aún no se ha comprobado el desempeño de la Guardia Nacional, especialmente ahora que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado, no sin levantar protestas, que dicho organismo absorberá a la Policía Federal de México.

La reunión en la que se anunció el nuevo despliegue fue reveladora. El Secretario de Seguridad de México, Alfonso Durazo, explicó cómo se repartiría el personal de la Guardia Nacional, la Policía Federal, el Ejército y la Marina en todo el estado con el fin de ayudar a restablecer el orden.

No se mencionó el futuro de la policía de Sonora, ni se habló de cómo detener la violencia a la que se enfrenta o cómo restaurar la moral en sus reducidas filas.

Además, no parece que la situación en el Estado vaya a mejorar antes del despliegue de la Guardia Nacional y la Policía Federal.