Con 20 votos a favor
SAN LUIS POTOSI/MONTERREY/CIUDAD DE MÉXICO, 21 de mayo (Pulso/SinEmbargo/EFE).– El Congreso del estado de San Luis Potosí desechó por improcedente la iniciativa para despenalizar el aborto en la entidad.
Por mayoría de 20 votos a favor, tres abstenciones y cuatro votos en contra, se desechó propuesta que buscaba modificar estipulaciones de los artículos, 148, 149, y 150, del Código Penal del estado.
Asimismo se proponía modificar disposiciones de los artículos, 57, 57 Bis, 58, 58 Bis, y 58 Ter, de la Ley de Salud, a fin de que no se criminalice la decisión de interrumpir el embarazo.
También se buscaba establecer disposiciones sanitarias para realizar un aborto libre y seguro.
“Se desecha por improcedente iniciativa que buscaba modificar estipulaciones de los artículos, 148, 149, y 150, del Código Penal del estado de San Luis Potosí”, tuiteó el Congreso.
En México, el aborto se regula a nivel estatal y hay circunstancias bajo las cuales no se castiga o no se considera como delito.
En 24 de los 32 estados, el aborto está permitido cuando representa peligro de muerte para la madre, en 16 cuando existen alteraciones genéticas graves y en 15, el riesgo a la salud y la inseminación artificial no consentida son las causas aceptadas, mientras que sólo dos aceptan razones socioeconómicas.
En los 32 estados del país el aborto es legal cuando el embarazo es producto de una violación.
Hasta ahora, sólo la Ciudad de México y Oaxaca permiten el aborto legal hasta las 12 semanas de gestación.
Miles de mexicanas abortan en condiciones precarias
El cierre de clínicas y las limitaciones que todavía existen en ciertas partes de México han complicado el derecho al aborto durante la pandemia, poniendo en riesgo la vida de muchas mujeres.
Encerrada en una habitación en Tijuana, en el norte del país, Bianka Verduzco decidió abortar durante la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.
“La ciudad colapsa mientras yo aborto. No puedo salir, no puedo comprar papel. No hay toallas sanitarias. No hay dinero. No hay trabajo. No hay vida”, compartió a EFE la joven de 22 años.
Este es un fragmento de un poema de 43 versos donde Bianka desahogó el episodio de dolor que vivió al abortar por segunda vez.