
El senador Gerardo Fernández Noroña anunció que presentará una denuncia penal contra el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, tras el altercado físico ocurrido en la última sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Noticia Destacada
¿Qué pasó en el Senado? El exgobernador de Campeche, “Alito" Moreno, justifica pleito con Noroña
El legislador de Morena afirmó que corresponde a la Fiscalía solicitar el desafuero de Moreno, a quien acusa de haberlo agredido en plena entonación del Himno Nacional. En redes sociales, Noroña sostuvo que los videos acreditan una agresión directa en su contra y una golpiza a su colaborador: “Muy grave que los medios estén hablando de un enfrentamiento, cuando todos los videos acreditan una agresión cobarde a mi persona y una golpiza en el suelo a Emiliano González González, que tiene lesiones serias y le rompieron el equipo”, escribió.
Más tarde, el senador precisó que tanto él como su colaborador presentarán formalmente las denuncias: “Emiliano González (trabajador del Senado que fue agredido) y un servidor presentaremos hoy mismo las denuncias por las lesiones y daños a la propiedad, al equipo fotográfico de Emiliano”, sentenció. Además, aseguró que solicitará iniciar el proceso de desafuero contra los legisladores involucrados en la trifulca.
Cabe señalar que, para hacer efectivo el desafuero, se requieren dos terceras partes de los votos en el Senado. Actualmente, Morena y sus aliados del PVEM y PT cuentan con la mayoría suficiente para sacar adelante dicho proceso.
Por su parte, “Alito” Moreno ofreció una conferencia de prensa en la que responsabilizó a Noroña de haber iniciado la agresión con un empujón y acusó a Morena de manipular el orden del día para silenciar a la oposición. “Así actúan sus serviles, como Fernández Noroña, con gritos, trampas y violencia”, declaró.
El dirigente del PRI también advirtió que llevará el caso a instancias internacionales y que su partido saldrá a las calles para exigir un alto a los abusos del gobierno. Asimismo, recordó los ataques sistemáticos que atribuye a Morena contra periodistas y medios críticos, como parte de una estrategia de intimidación hacia la oposición.
El episodio refuerza la percepción de un Congreso polarizado, donde los debates se trasladan cada vez más del terreno parlamentario al físico, evidenciando la fragilidad de los acuerdos políticos en la antesala de los próximos periodos legislativos.