
Un amplio despliegue de fuerzas federales y estatales en Cintalapa y Jiquipilas, Chiapas, derivó en la detención de 56 policías municipales acusados de presuntos vínculos con grupos criminales.
La acción, que se extendió durante tres días, tuvo como objetivo principal capturar a Juan Manuel Valdovinos Mendoza, alias “El señor de los caballos”, señalado por autoridades como líder de una célula delictiva y responsable de ordenar enfrentamientos en la zona fronteriza con Guatemala.
Fuentes cercanas al operativo reportaron también la detención de cuatro civiles, así como el aseguramiento de un rancho, cuatro viviendas, nueve vehículos, diez caballos y un jaguar. Las identidades de los civiles se mantienen en reserva por razones legales.
Despliegue terrestre y aéreo
El Gabinete de Seguridad informó que para la operación se utilizaron unidades tácticas, tanquetas blindadas y un helicóptero Black Hawk, que sobrevoló caminos de terracería en distintos ejidos.
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Además, se establecieron retenes en puntos estratégicos para controlar accesos y salidas de los municipios.
Aunque el operativo dejó un fuerte impacto en la región, hasta el momento no se ha confirmado la captura de Valdovinos Mendoza.
Contexto de violencia e infiltración
Este caso se enmarca en una creciente preocupación por la infiltración del crimen organizado en corporaciones municipales de Chiapas, una entidad clave para el tráfico transfronterizo.
No es un hecho aislado: en enero pasado, la Fiscalía General del Estado y fuerzas federales detuvieron a 65 policías, dos funcionarios y 11 personas más, vinculados a una red de extorsión en la frontera sur.
Los recientes acontecimientos reavivan el debate sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y depuración de los cuerpos policiales en zonas estratégicas del país.
IO