Hugo Carbajal Aguilar
En pleno uso de sus atribuciones legales el gobernador Cuauhtémoc Blanco y su gabinete de lujo pueden tomar decisiones que mejoren las condiciones de nuestro Estado. Las circunstancias en que lo ha dejado el gobierno perredista “de izquierda” no son las más adecuadas. La cadena de negocios prosperó y diputados y funcionarios salientes se encuentran ya disfrutando el botín adquirido. Este último gobierno que se asumió como de izquierda, fracasó totalmente en su tarea política aunque obtuvo éxito desmesurado en la administración financiera de negocios propios.
Morelos, nuestro Estado, ha sido ninguneado y francamente -y con toda objetividad- no vemos un caminito que aparezca allá en lontananza para iniciar con pasos firmes su reestructuración, su recomposición. Más si admitimos que el gabinete que acompaña al flamante mediocampista de la selección nacional no cumple con los mínimos requeridos: ni trayectoria, ni experiencia, ni honestidad. Aquí el árbitro tiene que ser el pueblo morelense que va a señalar las faltas cometidas, las agresiones, los penaltis, los fuera de lugar y, chance, tal vez, a la mejor, may be, it’s possible… los goles anotados. Nada más revisen dos áreas importantísimas en todo gobierno: la Educación Básica y el Campo. En ambas, los responsables nombrados –Eliacín Salgado de la Paz y Guillermo López Ruvalcaba- hacen gala de obsolescencia y de sumisión así como de falta de honestidad y de experiencia. El Cuau pudo escoger mejor con los ojos cerrados. Los maestros de educación básica y los propios campesinos organizados tienen la palabra. Rodrigo Gayosso, hijo de Graco, puede ilustrarnos muy bien acerca de la trayectoria de López Ruvalcaba.
Don Graco y su pandilla Vs. la UAEM.- Consecuencias de esta última administración las padece ahora la Universidad estatal que cumplió casi dos meses en paro efectivo por falta de recursos. Ningún otro gobernador había cometido este desajuste, ni se había peleado, ni había amenazado a esa casa de estudios, ni había perseguido a sus rectores. Independientemente de los manejos presupuestarios de la UAEM y de su autonomía, el gobierno estatal está ahí justo para resolver problemas, para auxiliar a las tareas educativas universitarias no para chocar frontalmente con sus autoridades. La inyección de poder disfrutada por Graco & Co. le provocó despojarse de toda conducta adoptada y mostrarse tal cual ha sido a lo largo de su gangsteril trayectoria.
Así que las tareas de gobierno son muchas y muy variadas. Rescatar al campo morelense, rescatar a la UAEM, limpiar a las policías de la infiltración delincuencial, acabar con el fascineroso mando único, procurar una expedita y límpida administración de la justicia, exigir que los alcaldes salientes entreguen cuentas claras, leerles la cartilla a los próximos, atender las sentidas demandas de los maestros –mujeres y hombres- de la educación básica puesto que son los más importantes, declarar la alerta de género por los feminicidios cometidos, en fin. Se trata de sanear la administración pública, de ejercer una extraordinaria faena contra la corrupción de toda clase, cuidar tanto de la sociedad como de la naturaleza.
En este renglón revísense los trabajos que se hicieron y se siguen haciendo como el de la carretera Lerma-Tres Marías y la Termoeléctrica de Huesca de severos impactos ambientales que sólo fueron valorados en relación con el costo millonario de la inversión, lo que muestra que este depredador sistema mercantil es de muerte contra la vida en tanto no le importan los impactos sociales, culturales y ambientales. Surgió de ahí la agrupación de los Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua que ya va haciendo cadena de subversión contra los proyectos mercantiles.
Más ejemplos, los habitantes de Santo Domingo, Pedregales en la Cd. de México que están a la defensa de su manantial que ha sido entregado a una constructora llamada Quiero Casa, los que defienden ahora el Lago de Texcoco, los de Tlanixco contra los acaparadores del agua del Nevado de Toluca y los campesinos opositores golpeados y encarcelados por oponerse a la Presa La Parota en Guerrero.
De ahí la preocupación esencial de los morelenses. Graco deja un Estado saqueado y quebrado, la Universidad abandonada, los Derechos Humanos en estado de indefensión, una policía cómplice de malandros. Y el Cuau no nos ofrece ningún proyecto socioeconómico, político, cultural que pueda ser sopesado, evaluado, enriquecido con la participación de muchos hombres y mujeres enterados y dispuestos. ¿O ustedes creen que estos abanderados, árbitros, defensas y medios de ataque futbolero nos van a sacar del atolladero? ¿Más con la ayuda de conocidos aguadores y masajistas corruptos y mentirosos?