Hugo Carbajal AguilarDaños y perjuicios Vs. propaganda mendaz
Estamos en Morelos, no se olviden. Me dicen que el comandante Capella que fungió como responsable de la seguridad de los morelenses en este ignominioso sexenio ahora se encuentra en Quintana Roo cumpliendo el mismo papel tal vez porque el actual góber de esa entidad saqueada también por otro artífice del hampa gobiernista –Roberto Borge- no se enteró de los resultados en Morelos. O tal vez porque son cuates y el sistema permite que los cómplices se protejan mutuamente. Siempre ha habido entre las pandillas cierta tácita lealtad, más cuando se trata de repartirse el botín. Graco Ramírez lo mandó felicitar al mismo tiempo que le agradecía su “trabajo” en favor del pueblo. ¡Bravo!
Me informan que este régimen graquista deja deudas con la gente más importante del gobierno: con los trabajadores. Los de la Cultura se quejan amargamente porque llevan meses esperando sus pagos; los profes de Coros escolares que trabajan con los pequeños de las primarias también; otros que pertenecen al Congreso padecen semejante abuso…
Graco fue dos veces al Tec de Zacatepec antes de su papelón como góber para tirarse un rollo con motivo del 2 de octubre. Su ventaja es que siempre ha encontrado gente inocente(¿?), ingenua (¿?), bien intencionada(¿?) que le cree. Más de algún discurso lo terminaba con estridencia y emoción presumiendo que él había sufrido represión física. Los que lo conocen y saben de sus andanzas afirman que sólo sufrió los regaños de su papá porque nunca se apersonó durante el conflicto estudiantil del 68, pues estaba guarecido en la casa paterna. Ahora, enriquecido gracias a los negocios realizados en su disoluto “trabajo” político, se apresta a disfrutar su estabilidad socioeconómica fruto de su esfuerzo y de su sacrificio.
Marcelo Ebrard, próximo canciller de nuestro país, fue también herramienta sumamente útil en los desatinos ambiciosos de Graco. Gracias a las cuotas de poder acordadas por las pandillas, mafias y tribus perredistas -descarada dinámica- Elena Cepeda asumió el honorabilísimo cargo de Secretaria de Cultura en la Cd. de México. Seguramente el C. Ebrard nunca se enteró de algún personaje destacado –hombre o mujer- artista, investigadora, curadora, poeta, escritora, que pudiera cumplir con más que suficiencia y bagaje cultural. Así que optó por entregar la Cultura, qué más da, en esas límpidas manitas. Esto merece mayor cuidado y atención porque también fue ocasión de avaricia allá en México y aquí, en Morelos. Prueba de ello lo confirman los varios eventos realizados en la Arena Teques y en Jardines de México donde circularon los millones de pesos. Falta que Marcelo le entregue a su cuate Graco aunque sea una embajada en las Islas Fidji.
Compare usted, apreciado lector, los últimos sexenios morelenses. El de Carrillo Olea que mereció un Juicio Político instrumentado y realizado por la XLVII Legislatura gracias a que confió en demasía en su secretario de Gobierno, Guillermo Malo, y en su comandante antisecuestros (ahora preso) quien precisamente los cometía con absoluta desvergüenza y hasta saña y crueldad.
El de Estrada Cajigal que se significó por su frivolidad, sus gastos suntuosos, sus amoríos, sus helicópteros, sus mamonas actitudes y su comandante policiaco Agustín Montiel, también ahora en la cárcel.
El de Marco Antonio Adame que se enriqueció en grado mayúsculo junto con su asesor estrella Javier López (a) Chabelo gracias –afirman diferentes trabajadores de los medios- a su complicidad con el narcotráfico. Hay quienes dicen que este Chabelo compró 5 casas residenciales y acumuló cerca de 200 millones de dólares. Con novias y con prostitutas. Estos últimos gobernadores fueron del PAN y se comportaron como tales, es decir, puritanos, persignados y farisaicos. Un par de monadas.
Y aquí y ahora –Hic et Nunc, como dicen los latinos- la joya de la corona, Graco y su familia: su esposa, su hijo, su nuera, su sobrino, su ex esposa. Negocios en serie y en serio. Sólo se aceptan millones. ¿Facilidades? En el Congreso, encargado de dispensar, callar y obedecer las instrucciones. Su esfuerzo, sacrificio y dedicación les serán retribuidos con largueza y descaro. Por lo pronto la inseguridad rampante (hasta niños escolares son asaltados en las rutas que van a las Cols. Carolina y Alta Vista en Cuernavaca, tan es así que prefieren caminar más de media hora para acudir a su escuela), crímenes, feminicidios que sólo disminuyeron en las estadísticas; delincuentes que gozan de cabal salud y de absoluta libertad; damnificados por el sismo y por las lluvias esperando aún algún tipo de ayuda…
Bueno, ya viene Cuauhtémoc Blanco. ¿Abriga usted alguna ligera esperanza o puede hacer exultante alarde de ánimo para afirmar que todo va a mejorar? Ofrézcame dos argumentos, nada más. Por favor, objetivos; por favor, válidos; por favor, transparentes y honestos.