Roger Aguilar Cachón
Sin lugar a dudas este primer día del año nuevo será diferente, ya que nuestra sociedad está conformada como un prisma en que cada una de sus caras te hace ver una realidad diferente. El año nuevo traerá consigo una serie de cambios a los que tendremos que adaptarnos en el transcurso de los 12 meses que conllevará o traerá este 2019.
Un año nuevo en el que seguramente habrá nuevas experiencias, metas y aspiraciones a los que todo ciudadano yucateco y del mundo aspirarán. Como diría un añejo político, si respiro, aspiro. Un año con un nuevo gobierno local y federal, un año con cambios en las estructuras de los diversos organismos que conforman nuestro sistema gubernamental a los cuales deberemos de ajustarnos. Esperamos cosas buenas, siempre habrá que ser optimistas.
Muchos deseos haremos al sonar las doce campanadas, muchas promesas que seguramente serán las mismas que el año pasado. Eso ya es historia. Pero lo que hay que tener presente en este nuevo día es que habrá que ser positivo, si bien las cosas no se presentarán como deseamos, debemos tener la capacidad de resiliencia para poder afrontarlas.
Un nuevo amanecer para las familias, para algunas será hasta altas horas del nuevo día y año, después de una opípara cena y seguro de una ingesta moderada y no de bebidas etílicas para “pasarla bien”. Para otras, como para el de la tinta, será a la misma hora de siempre, ya que no importa la hora en que me duerma, la costumbre ya de más de 60 años prevalece y de automático despertaré temprano.
Qué noticias nos traerá el único periódico que circulará como lo hace los 365 días del año, el POR ESTO! Seguramente las diversas maneras como se recibió el año nuevo en diferentes países del mundo. Las bendiciones del Papa desde Roma y también las de políticos de los diversos partidos que conforman nuestra vida política.
Pero este amanecer no será igual para todos, hay familias en nuestro medio que se dormirán y despertarán como si fuera un día más, familias que no tuvieron cena de año nuevo y que seguro se habrán conformado con lo que había para tal ocasión. Habrá despertares muy diversos.
Los pacientes de los hospitales seguro despertarán –y otros no– con la ilusión de una mejora en su salud, los inquilinos del Centro de Readaptación Social( CERESO) despertarán –después de la cena que seguro habrán tenido– con la ilusión de pronto salir libres y reanudar sus vidas. De seguro que habrá alguna persona que en alguno de los diversos hospitales de nuestra ciudad habrán dado a luz a su niño deseado –y en otros casos no tanto– que las llenará de ilusión.
Despertares distintos, como de los ocupantes de los centros de asistencia para adultos mayores, que de seguro tendrán la ilusión de ver a sus seres queridos –si no fueron a visitarlos el 31– de abrazarlos y con la ilusión de salir de estos sitios antes de que lo hagan sin que ellos los sepan.
Un despertar distinto para el pensionado que con su exiguo sueldo mensual tendrá que ver que hacer para poder seguir sobreviviendo, para aquél que ha sido despedido, será un despertar diferente, ya que su meta será el poder conseguir un empleo y, en el mayor de los casos, diferente para lo que se preparó en la escuela.
Un despertar distinto para el enfermo diagnosticado, con la esperanza de poder alcanzar la salud y ya no ser una carga o un pendiente para la familia, despertares diferentes que tendremos los yucatecos. Pero despertares a fin de cuentas.
El nuevo amanecer nos traerá un sinfín de ilusiones, de nuevas metas a alcanzar. Es un nuevo año y como tal, habrá que asumir compromisos para poder lograr lo que nos hemos propuesto; será un año más en nuestras vidas, algunos de seguro podrán alcanzar sus sueños y otros seguirán pensando que este año será diferente a los demás.
Caros y caras lectoras, hay que ser positivos ante este nuevo año, hay que ser proactivos y tratar de dar lo mejor para nosotros, nuestra familia y nuestra sociedad. Bienvenido año nuevo 2019.