Jorge Lara Rivera
A estas alturas ya hubo suficiente alharaca y demasiados aspavientos en torno a la franqueza con que el Presidente Andrés Manuel López Obrador describe a ese engendro oligárquico que agrupa múltiples membretes y se autonombra “sociedad civil organizada”, pero que en los hechos dista de ser más que otro tentáculo de las elites política y empresarial para hincar el diente al erario.
En muchos sentidos las asociaciones civiles, expresión de ideología conservadora, fueron la otra vía por la cual el sector empresarial se apoderó de considerables recursos públicos suplantando al conjunto de la sociedad cuya representación se arrogó muy lucrativa y convenientemente.
Bajo tal figura conocieron su auge las escuelas y universidades particulares –las ‘patito’ incluidas– que como negocio gozaron de beneficios fiscales destinados a las “A.C.”, pero también facilitaron la deducibilidad fiscal de las colegiaturas decretada por Felipe Calderón a favor de la clase media aspiracionista, media alta y clase alta, abonando en el imaginario colectivo la brecha de desigualdad social. En efecto, al igual que sucedió con la burocracia “dorada” que se multiplicó exponencialmente en la nómina gubernamental durante los sexenios panistas, las organizaciones ciudadanas proliferaron desde el año 2000 y tuvieron un apogeo consolidándose el último sexenio como co-gobernantes sin pasar por la legitimación de las urnas.
Quizá lo más abyecto de esta simulación sea su cinismo, por tratar de presentarse ante el conjunto social como instancias lideradas por “ciudadanos modelo” cuando en realidad se trata de vil tráfico de poder, asociación de intereses a secas que reedita para peor los vicios que atribuyen a la burocracia aunque la patente se originó en la falta de escrúpulos del mundo de los negocios, donde la ganancia se prima por encima de la consideración ética de los efectos.
De sobra son conocidas las contradicciones de grupos moralinos antiabortistas como Pro Vida que al tiempo que combatía la política de salud reproductiva en las clínicas del sector público, dilapidó en lencería fina y plumas Mont Blanc cuantiosas sumas que le fueron otorgadas para sus fines “sociales”, mientras servía de comparsa a la aceda ideología de Acción Nacional.
Y las padecidas por la pretenciosa y retardataria Asociación Nacional de Padres de Familia mentada en los canales del duopolio televisivo con que el conservadurismo más reaccionario, desde siempre hostil a la integración de grupos mixtos en la escuela pública, tanto como opuesto a la educación sexual en los planes educativos, y a la promoción del uso preventivo del condón por el sector salud en los medios. Un aspecto que llama la atención es el multiactivismo polifacético de muchos de sus integrantes (“ajonjolí de todos los moles”, como es el caso de Juan Pardinas Carpizo, Federico Reyes Heroles González Garza, pero también de María Elena Morera Mitre, Isabel Miranda de Wallace y Mariclaire Acosta), adscritos simultáneamente a grupos promotores de la precarización del empleo, la lesividad laboral y la privatización de empresas como el ‘Instituto Mexicano de la Competitividad’, de reforma de la educación pública tal ‘Mexicanos Primero’, la rendición de cuentas –pero sólo para el gobierno, cuidadito con tocar al empresariado que obtuvo pingües ganancias por sus tratos con él– al modo de ‘México Evalúa’, ‘Transparencia Mexicana’, ‘México ¿cómo vamos?’, e impulsores de acciones contra la corrupción en ‘Mexicanos contra la corrupción y la impunidad’ y ‘Por un México sin corrupción’ o promoción del voto contra el abstencionismo (como si no se hubieran desfondado las finanzas públicas con el INE); así como su sospechosa y lucrativa connivencia en organismos paraestatales, siendo “integrantes independientes” del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo de una empresa del estado (PEMEX) y al mismo tiempo tener desempeño directivo –y propiedad– en medios privados tal “Este País” y el diario Reforma de los Junco de la Vega, que en organismos como “Alto al secuestro”, “México SOS”, “Causa en común A.C.”, “México unido contra la delincuencia”, mientras afianzan alianzas con el poder (María Elena Morera con el siniestro Genaro García Luna; Isabel de Wallace, asociada a los Calderón Zavala y quien luego buscó un cargo a cobijo del PAN). Todo bajo el amparo de influyentes organismos de la sociedad civil y sin importar el posible conflicto de interés.
Al respecto cabe recordar que desde 2011 se sabe gracias al libro “Camisas azules, manos negras” de la periodista Ana Lilia Pérez y las 56 pruebas documentales públicas ofrecidas, el grado de corrupción de estos notables que se dan baños de pureza con relación a PEMEX durante los gobiernos PANistas. El auge del tráfico de influencias, los oscuros tejemanejes y rivalidades de Jesús Reyes Heroles González-Garza para favorecer a sus familiares y socios; y luego a través de una empresa consultora con la que prestaba servicios y gestoría de negocios valido de información privilegiada, sabiéndose que Hewlett-Packard sobornó con 1 millón 410 mil dólares a (ex) funcionarios de PEMEX tal Raúl Livas Elizondo, (ex) Director Corporativo de Operaciones en la gestión de J. Reyes Heroles González-Garza, cuando la petrolera le adjudicó contratos para la instalación de software (6 millones de dólares), mientras la empresa mayorista contrató servicios de la consultora Intellego SC, a la que pagó 1 millón 410 mil dólares, de la cual Livas Elizondo era también directivo.
En 2009 HP tuvo otro contrato que suscribió Manuel Reynaud Aveleyra, Subdirector de Procesos de Negocios e Infraestructura Tecnológica de PEMEX. Reynaud estaba bajo mando directo de Livas Elizondo, quien también había sido director de Administración y de desarrollo de negocios en Intellego y es socio de GEA, Grupo de Economistas y Asociados, empresa vinculada a Reyes Heroles González-Garza. M. Reynaud estuvo ligado con otro caso de corrupción, con SAP, compañía alemana, por aceptar el viaje a Mónaco para el Premio de Fórmula 1, los días 23 y 24 de mayo del 2009, en pago por la adjudicación directa de contratos con Carlos Guzmán director de la filial de HP en México, quien tuvo que dejar el cargo.
Por su parte R. Livas Elizondo en la iniciativa privada ha sido director de investigación de Vector Casa de Bolsa (1999-2001), socio consultor de GEA, Grupo de Economistas y Asociados (2001-2003), director general de MXV Capital Ventures (2003-2005) y director de Desarrollo de Negocios de Intellego, consultora dedicada al manejo de información e inteligencia de negocios (2005-2006) y era socio de Jesús Reyes Heroles González-Garza en la consultoría Structura, subsidiaria de Energea, presidida por éste, hijo del prominente político priísta Jesús Reyes Heroles –también ex titular de PEMEX– y hermano de Federico, valiente capitán de ¡Transparencia Mexicana! y dueño de la revista ‘crítica’ “Este país” quien en el sexenio peñista fue ¡integrante independiente del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, junto con Carlos Elizondo Mayer Serra! Otro tanto puede decirse de los usos sectarios y excluyentes de estos (ci)viles para monopolizar la expresión de las iniciativas ciudadanas como quedó evidente cuando al integrar el Comité de Participación Ciudadana para el Sistema Nal. Anticorrupción el “método” que aprobaron fue nombrar 9 “especialistas” que estaban en el candelero mediático y que ellos designaran a otras personas para el Comité Ciudadano de aquél, resultando irregularidades en que esos flamantes comisionados incurrieron con triquiñuelas para que pese a tener menos puntaje que al menos otros 2 candidatos, Mariclaire Acosta Urquidi fuera elegida nueva integrante y casi enseguida lo encabezara.
Preciso es traer a cuento que la Comisión de Participación Ciudadana era presidida por Jacqueline Peschard Mariscal, no precisamente espejo de congruencia, pues al frente del IFAI (antecesor de INAI) sistemáticamente ¡se negó a hacer pública su declaración patrimonial! En esta nueva literal “empresa”, suplantando a la sociedad civil, sin pudor fue cómplice y sólo por las malas artes de sus cuates en la Comisión Seleccionadora de Integrantes: Mariclaire Acosta Urquidi, Edna Jaime Treviño –“México evalúa”–, Sergio López Ayllón –flamante director del Centro de Investigación y Docencia Económicas–, María Elena Morena Mitre –“Causa en común A.C.”, “México unido contra la delincuencia”– Juan Ernesto Pardinas Carpizo (“IMCO”), Cinthya Patricia Cantero –“Instituto de Transparencia jalisciense”–, Pedro Salazar Ugarte –Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM– y José Luis Juan Caballero Ochoa –Jefe del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana que no opuso reparo en licenciar en Administración de Empresas a Vicente Fox, 35 años luego de egresado y con una tesis que nadie cree elaboró él (“Plan Básico de Gobierno 1995-2000 del Estado de Guanajuato”). Asimismo, Antonio Carlos Gómez Espiñeiera, Viridiana Ríos Contreras, Alfonso Hernández Valdez, José Octavio López Presa y Luis Manuel Pérez de Acha. El desaseo del proceso debióse a Edna Jaime, Sergio López, María Elena Morera y Juan Pardinas, a deleznables conductas de ciudadanos “modelo”, afines a la derecha oligárquica. Socios, que no ciudadanos modelo, como han buscado hacerse pasar, aunque muy pronto enseñen el cobre.