
Hamás afirmó el viernes estar dispuesto a liberar a los rehenes que tiene en Gaza en el marco de la propuesta de cese el fuego del presidente estadounidense, Donald Trump, quien en consecuencia pidió a Israel que deje de bombardear territorio palestino.
El plan de Trump, respaldado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, contempla un alto el fuego, la liberación de los cautivos en 72 horas, el desarme de Hamás y la retirada gradual del ejército de Israel de Gaza tras casi dos años de guerra.
También insiste en que ese grupo islamista palestino y otras facciones "no tengan ningún papel en el gobierno" de la Franja y la formación de una autoridad de transición, encabezada por el propio presidente estadounidense.
"El movimiento anuncia su aprobación para la liberación de todos los rehenes (vivos y restos mortales) según la fórmula de intercambio incluida en la propuesta del presidente Trump", señaló Hamás en un comunicado, al pedir "negociaciones" sobre los detalles.
Aunque la respuesta del grupo proiraní no dice nada sobre su desarme, el magnate republicano se expresó posteriormente en su red Truth Social que cree que Hamás está listo para "una paz duradera".
"¡Israel debe detener de inmediato el bombardeo de Gaza para que podamos liberar a los rehenes de forma segura y rápida!", concluyó.
Una declaración que el portavoz de Hamás, Taher al Nounou, dijo que es "alentadora".
"Hamás está dispuesto a iniciar inmediatamente las negociaciones", recalcó.
Trump había aplaudido una declaración anterior de Hamás en la que se comprometía a lograr una "paz duradera", en respuesta al ultimátum que le dio al movimiento hasta las 22H00 GMT del domingo para aceptar su plan de 20 puntos o, de lo contrario, enfrentarse al "infierno".
Los principales mediadores, Qatar y Egipto, acogieron con satisfacción las declaraciones de Hamás y esperan que contribuyan a garantizar el fin del conflicto.
El secretario general de la ONU, António Guterres, instó "a todas las partes a aprovechar la oportunidad", mientras que los líderes europeos Emmanuel Macron, de Francia; Friedrich Merz, de Alemania, y Keir Starmer, de Reino Unido, calificaron la respuesta como un paso importante hacia la paz.