Alvaro Cepeda Neri
I.- Se hizo pasar por “periodista”. Y con este gancho logró “pescar” relaciones al grado de que, actualmente, lo protegen desde un informativo –de radio y televisión– donde nunca aparece su lado de actual desgobernador y desde donde ha cometido todos los abusos como dueño de los tres poderes en Chihuahua, para aplicar a modo la “justicia” contra sus enemigos. La entidad es una jaula para imponer su autoritarismo administrativo, judicial y legislativo. Y como está de “moda” antirrepublicana y antidemocrática, por el mal ejemplo federal del lopezobradorismo, más encaja el colmillo autocrático contra los que enlista como sus enemigos. Este es el caso del coahuilense Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, quien desde el 20 de diciembre del 2017 fue formalmente vinculado a proceso y detenido en el CERESO de Chihuahua; y liberado del cautiverio por orden de la autoridad federal el 28 de septiembre de 2018, pero sujeto a arraigo con un brazalete y la prohibición de salir del estado.
II.- Javier Corral Jurado buscaba con ello desquitarse de Luis Videgaray y Peña Nieto, a quienes no logró tocar siquiera con el pétalo de una rosa; por lo que ha tenido que volcar todo su odio y saña contra Gutiérrez Gutiérrez, fincándole un sinnúmero de presuntos delitos para seguirlo manteniendo como preso en la entidad. El caso se remonta a la corrupción del ex desgobernador César Duarte Jáquez (ahora mismo prófugo allende la frontera Norte de nuestro país) y como el hoy desgobernador de la misma Chihuahua, no ha logrado concretar la extradición de su antecesor, lleva años con su abuso del poder sobre los jueces y magistrados de la entidad y utilizando a Gutiérrez como su rehén. Este ha logrado obtener amparos que Corral Jurado no respeta argumentando montones de enredos judiciales locales. Y ya abrieron un juicio oral contra el acusado para tratar de imponerle una sentencia que lo regrese a la cárcel (echando abajo la libertad bajo fianza que su defensa logró conseguir).
III.- Así que durante todo este tiempo, la sed de venganza de Corral no suelta a su presa, con la finalidad, pues, de inventarle peculados que no ha podido probarle; y desvíos de dinero público, lo que tampoco le ha comprobado. El “periodista” Javier Corral Jurado se ha convertido en todo un cacique y así es como dispone a su antojo de la vida y bienes de sus enemigos; por lo que insiste en seguir tejiendo su telaraña de supuestos contratos, facturas y otras cuestiones que supuestamente sirvieron para el desvío de dinero. Además utilizando los dichos de testigos protegidos, uno de los cuales ya fue comprobado que mintió; pues al decir de los abogados del imputado éstos están dispuestos a decir cualquier cosa para mantener los privilegios que les garantizó el gobierno. Por el interés que tiene el desgobernador Corral algunos medios de información han estado ventilando el caso, pero con la versión amañada de “el periodista” para hacer prevalecer su versión. Y mostrar a la opinión pública que supuestamente está combatiendo la corrupción, aunque manipule un juicio penal.
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