Opinión

Procuración de Justicia SIN Perversidades

Guillermo Fabela Quiñones

Apuntes

Alejandro Gertz Manero, en su primera presentación ante los medios afirmó que en el sexenio pasado la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y el Ministerio Público Federal, “estuvieron vinculados a un modelo de procuración de justicia al servicio de los intereses del poder en el que se encubrieron delitos”. Aunque fue muy evidente tal proceder de las autoridades judiciales, que ahora el titular de la Fiscalía General de la República lo reconozca sin cortapisas significa un compromiso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para poner remedio a esa situación perversa.

Puntualizó que “se fue agravando en la última parte del siglo pasado y a principios de éste, cuando la institución se convirtió en un verdadero verdugo de sus enemigos políticos, mientras encubría en forma permanente a los cómplices del poder, lo cual llevó al país a un grado de intolerancia”. Además señaló que recibió una institución con rezagos hasta de 300 mil averiguaciones previas y carpetas de investigación; 21 mil órdenes de aprehensión incumplidas, y anarquía en la estructura administrativa que utilizaba la flota aérea de forma irracional”.

Sería contraproducente e inaceptable que se crearan falsas expectativas sobre un cambio de fondo en la FGR, como podría suceder si no se crearan condiciones objetivas para reordenar la procuración de justicia en el país y ponerla al servicio, no sólo de la Cuarta Transformación sino en beneficio de la sociedad. En el lapso transcurrido a partir del inicio del presente sexenio, el fiscal general tuvo el tiempo suficiente para hacer un diagnóstico muy completo de la realidad a enfrentar y de los mecanismos para cambiar y reordenar lo que se tenga que hacer.

Ahora la ciudadanía esperará resultados concretos que patenticen la voluntad de corregir tantas fallas y anomalías encontradas, No hay nada más decepcionante en política que incumplir promesas y caer en la retórica hueca, de la que fueron muy adictos los miembros de la clase política del viejo régimen. Por eso el pueblo votó por el hoy mandatario, al convencerse de que sería diferente, como lo demostraba su firme compromiso con un cambio verdadero de manera pacífica, y no tener componendas con la que siempre denominó “la mafia del poder”.

Lograr avances en serio en materia de procuración de justicia será determinante para que la Cuarta Transformación se consolide y al final del sexenio sea una política de Estado. Sería una catástrofe para el país que no se consolidaran las condiciones propicias para ello, pues a la decepción de la sociedad en su conjunto sobrevendría un clima de tensiones que serían la aduana de un caos social muy costoso. Ni qué decir tiene que el fiscal general tiene una responsabilidad extraordinaria, a partir del imperativo insoslayable de corregir tantas anomalías y limpiar la basura que encontró al asumir su cargo.

En primer lugar, tendrá que demostrar con hechos concretos que la FGR ya no está al servicio del poder ni será utilizada para castigar a adversarios políticos o proteger a quienes son aliados y cometen algún ilícito. Se espera mucho de su papel en el proceso de avanzar hacia la Cuarta Transformación. El pueblo espera con ansia que siga adelante con el compromiso de que al fin haya en México un verdadero Estado de Derecho, ahora que se tiene la confianza de la ciudadanía.

guillermo.favela@hotmail.com

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