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Opinión

Inegi: más de 10 millones sin empleo y en apuros

Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

I.- Según la encuesta nacional de ocupación y empleo, durante el primer trimestre de este 2019, arroja la dramática cifra de un poco más de 10 millones de mexicanos, muchos de los cuales no tienen empleo, y el resto pasa por desesperados apuros para sobrevivir, debido los bajos salarios, las jornadas mayores a ocho horas –que llegan hasta diez–, y el alza de los precios por más que los supermercados juren que no hay tal práctica, cuando antes de abrir sus puertas, los trabajadores están remarcando, de un día para otro, esos precios. Es una situación de extrema gravedad que apunta a una crisis de recesión, o sea de parálisis en el crecimiento económico que puede generar despidos; a los que se sumarán los que están ocurriendo en el sector público por la llamada austeridad del gobierno federal (en Pemex, por ejemplo, del sector paraestatal) y que significa, ante la falta de oportunidades en el sector privado, que el desempleo aumentará el sector informal y aumentará la delincuencia en perjuicio de toda la sociedad.

II.- Estamos inmersos en lo que sucede cada inicio de sexenio, pero más acentuado por las medidas de recorte al gasto público y que los empresarios privados no están invirtiendo, ya que continúa el estira y afloja entre las propuestas lópezobradoristas con su programa y los planteamientos privados y aun cuando la inversión extrajera haya crecido. Al venirse arrastrando un grave desempleo creado por el sexenio peñista, se agrega –dice el Inegi– que en este trimestre de enero, febrero y marzo, hubo un millón 886 mil personas que perdieron su empleo. Y no se ve que vaya a tener el país un impulso laboral para hacer crecer el empleo de quienes perciben uno o dos salarios mínimos y que los empleos mejor pagados se están reduciendo drásticamente, lo que en conjunto anuncia un drama laboral. A menos que antes el presidente López Obrador concrete un acuerdo para el repunte del capitalismo mexicano que abra una puerta para la contratación masiva.

III.- Así que sobre los trabajadores penden la amenaza de los despidos y la cerrazón para ser contratados, ya que nuestra economía privada y la pública acusan un divorcio. Esto es particularmente grave porque ambas economías deberían ser vasos comunicantes para consumar el máximo empleo formal. Actualmente se realizan recortes en los dos sectores y todo indica que seguirán, si no se estabiliza e incluso se acelera el crecimiento. La recesión está amenazando y el desempleo es más que un síntoma de que hay un estancamiento, campo fértil para el aumento del desempleo en todos los sectores de la producción. La nota del reportero Rubén Migueles (El Universal: 18/V/19), es quien mejor logró informarnos de ese drama laboral, en que se anota una baja en la calidad de los empleos, para que los puestos con un salario mínimo se vean drásticamente reducidos y sus trabajadores opten por otras vías para intentar mejorar sus salarios, en el entendido de que la crisis del desempleo apunta a más despidos, con lo cual la recesión obligará a más recortes.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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