Por Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- Hay excepciones entre los empresarios, todos ellos dueños de sus capitales, que no son carroñeros y saqueadores; pero no Germán, el socio mayoritario del Grupo México, que se dedican principalmente a la explotación minera con otros negocios como el ferrocarril, etc. Ese Larrea Mota-Velasco, es hijo del fundador del grupo: Jorge Larrea, llamado el “Rey del cobre”. Y su júnior el beneficiario de la divisa: “el rey ha muerto... viva el rey” también del cobre que ha hecho de Cananea su centro de operaciones para enriquecerse sin responder de los daños en Sonora (últimamente en el municipio-puerto de Guaymas) con sus derrames de ácidos tóxicos) y que “nadando de a muertito” en las aguas de la corrupción se ha mantenido, pues, blindado de impunidad. Se ha sumado al grupo de empresarios adictos a López Obrador lo que facilitó su foto en la portada de Proceso, ya que tiene registrado su rostro rechoncho para no ser fotografía sin su autorización.
II.- Pero basta conocer sus bestialidades para saber la clase de capitalista que es, pues explotando a más de 23 mil mineros, es dueño de una fortuna más allá de lo que Forbes calcula y que oscila entre los 4 mil y cinco mil millones de dólares; compitiendo con la fortuna del “Chapo”, el sentenciado a cadena perpetua por su pillaje. Sus fugas de ácidos constantemente han perjudicado las tierras de los municipios vecinos al de Cananea; las cuales antes eran de sembradíos, ahora están estériles. Aunado a la muerte del ganado por haber contaminado ríos. Y, ahora, pues, las aguas del Mar de Cortés que bañan a Guaymas. Así que desde hace más de 40 años no hay poder que lo meta en cintura, a él y sus socios-cómplices de Minera Cananea y Mexicana de Cobre, que presiden el consorcio minero más poderoso, pues exporta el 90 por ciento del cobre. Y que se han salido con la suya obteniendo utilidades multimillonarias sin ser molestados en sus intereses.
III.- Así que el ecosistema guaymense sufre hoy las consecuencias nefastas del enésimo derrame, tal y como nos lo ha informado la reportera Susana González (La Jornada: 23/VII/19). Y la Secretaría del Medio Ambiente, de Agricultura y Semarnap se han coludido diciendo que van a investigar, lo que debió hacerse de inmediato para fincarle responsabilidades penales, económicas y sociales, ya que ha causado daños irreversibles.
Así que este Larrea se la ha pasado nadando en su alberca de impunidad y no hay poder presidencial ni judicial que lo saque y lo lleve a responder de sus rapiñas, consistentes en los daños a ríos, mar y medio ambiente. Ya hizo fila para entrevistarse con López Obrador, para el besamanos, igual que otros empresarios como Alemán Jr. y Alemán Magnani, no se diga Slim que hasta comió en el Palacio Nacional llevando una bolsa con obsequios. Larrea contamina, lo que es corrupción y, sin embargo, es intocable. Es otro Salinas Pliego, es decir, de los que han pasado lista de apoyo al señor Presidente de la República.
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