Ramón Huertas Soris
Los nutracéuticos son sustancias contenidas en alimentos reconocidos y/o diversas especies medicinales, que se supone proporcionarían beneficios adicionales para la salud, además de contar con un valor nutricional. Hablamos de sustancias naturales que pueden servir para la alimentación y la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas, desacelerar el envejecimiento y mejorar la salud en general, apoyando el óptimo funcionamiento del cuerpo; logrando así aumentar la esperanza de vida, vivida con elevada calidad estructural y funcional.
El intercambio de información es una condición básica para cualquier forma de vida. En Yucatán sentimos orgullo por la profunda visión de nuestra cultura maya que considera al Universo y al mundo como una macro forma de vida, donde todas las partes contemplan en su sentido particular recibir y aportan información y armonía saludable. Tres grandes reinos existen: el reino animal, reino vegetal y reino mineral. Las plantas, normalmente privadas del sistema de locomoción, pareciera que estarían en desventaja para lograr el intercambio de información necesario con su entorno; sin embargo ocurre todo lo contrario, ya que el número de principios activos que sustentan dicho intercambio es muchas veces mayor que los principios activos que juntos acumulan el reino animal y el reino vegetal; por tal razón el reino vegetal es una mina inconmensurable de posibles nutracéuticos por develar y convertir en mercancía de alta demanda.
¿Por qué, si los nutracéuticos son una fuente tan grande y accesible de principios activos que podrían apoyar la salud integral animal en general y humana en particular, se usan tan poco en la práctica de la medicina convencional establecida (alopática ortodoxa)? Debido a que los nutracéuticos no están estrictamente regulados, suelen ser objeto de más publicidad que de pruebas clínicas reales; así podría esperarse que pudieran aportar tanto beneficios como riesgos para los consumidores. Efectivamente, los principios activos con potencial nutracéutico se presentan naturalmente acompañados de otros muchos principios activos que, además de cubrir también funciones nutracéuticas buenas como antioxidantes y antiinflamatorios, en cierta dosis pueden ser potencialmente tóxicos porque pueden reducir la absorción de nutrientes como el hierro o las proteínas, generando carencias nutricionales.
Poca demanda y bajo precio tienen los nutracéuticos obtenidos con bajo grado de pureza por métodos de extracción habituales, dada la presencia en ellos de sustancias acompañantes naturales que los impurifican, unido a sustancias externas que se usan para extraerlos de la masa vegetal virgen y que los contaminan.
En Yucatán, en el presente científico-tecnológico, dadas las realidades y potencialidades de nuestra territorialidad y dado el patrimonio cultural educativo humanista de nuestra cultura maya viva y lista para las demandas sociales del accionar moderno, se conjuntan toda una serie de valores para que podamos producir una mercancía especial con alta y creciente demanda mundial. Hablamos de una inmensa variedad de nutracéuticos, con muy competitivos niveles de pureza y un fundamentado sustento científico que garantice las ventajas del uso de dichas mercancías como sustancias útiles a la alimentación y la salud, todo ello con precisas previsiones de sus posibles contraindicaciones; veamos algunos de dichos valores: 1- Una vasta territorialidad maya que, gracias a la Cuarta Transformación, bien podría ser saneada y recuperada de un presente y saqueo de décadas. 2- Condiciones agroquímicas del suelo yucateco que son propicias para el cultivo y cosecha virgen de multitud de especies vegetales reconocidas medicinalmente, tanto autóctonas como naturalizadas provenientes de otros confines del mundo que, de forma especial, se adaptan y hasta mejoran en la Tierra del Mayab (lugar de gente escogida), de la que justamente nos vanagloriamos. 3- Un conocimiento milenario, salvado y conservado por la grandiosa educación intrafamiliar maya, acerca de las propiedades medicinales de algunas de nuestras especies vegetales. 4- Un presente tecnológico mundial que cada día perfecciona y hace posibles y rentables métodos y plantas de extracción de nutracéuticos con altísimo grado de pureza; sustentado además porque en Yucatán existen centros de investigación y un Congreso Estatal, que podrían vitalizarse e incrementar, con mucho, el cumplimiento de su sentido social y ciudadano, incorporando a sus misiones laborales y legislativas el aportar claves garantías para tal futuro deseable y alcanzable.
Un ejemplo elocuente: el colectivo de nutracéutico denominados capsaicinoides, entre los que se encuentra la capsaicina, que están presente en su mejor reconocida fuente natural en el chile habanero yucateco, en su versión de mercancía de alto grado de pureza, centuplica muchas veces su costo y amplia demanda para diversos usos científico-técnicos y concretamente como magnífico nutracéutico. Así es, hablamos de un real y concretable oro yucateco, que puede influir positivamente en el progreso y bienestar de Yucatán y México en general; y, también, en especial, en el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros mayas yucatecos, marginados, empobrecidos, frenados y saqueados por un proceder institucional que durante años se ha sustentado en el incumplimiento de los derechos educativos constitucionales de nuestros mayas, determinantes de un ilegal tutoraje impuesto en multitud de perfiles, que ya debe tocar fin.