Alberto Híjar Serrano
EXILIADA es el título de la película de Nadine Zúñiga, autoexiliada de Nicaragua para evitar la persecución de la pareja Murillo-Ortega por testimoniar el sufrimiento de Soylamérica, violada y manoseada desde su infancia por el dictador ante la indiferencia de la dictadora y madre adoptiva de la víctima.
El escándalo por la denuncia de la hija de casa, tuvo una respuesta justiciera de Margaret Randall, la poeta y periodista solidaria con el sandinismo hasta el punto de convivir con la elite reunida en la casa de los dictadores. La escritora denunció que eran evidentes los abusos sexistas de Daniel al paso de la joven. Todo mundo disimulaba y Daniel afirmaba su poder con una sonrisa cómplice. Desde Estados Unidos y una vez vencida la negativa para ser aceptada en su propio país, la promotora en México de El Pájaro Cascabel con Sergio Mondragón, publicó la denuncia asumiendo la culpa por haber callado.
La película testimonial narra la fortaleza de Soylamérica para procesar la infamia sexual como parte del poder omnímodo de los dictadores. El tratamiento insultante como putas a las activistas y militantes revolucionarias es una constante represiva de Estado macho con todo y violaciones, torturas y propaganda sexista. Pero ni los Somoza reprodujeron en casa este poder destructivo más allá del trato a la servidumbre. Comenta la autora de la película, la recepción indignada y justiciera de los públicos alentados para descubrir la infamia del poder omnímodo en lo público y lo privado. Para ella, esto prueba la corrupción extrema por sus alcances.
He aquí, una razón más de repudio sustentado en la precisión personalizada y la dimensión histórica sufrida por el pueblo de Nicaragua. Resulta intolerable desentenderse del caso Soylamérica a nombre de un bloque de izquierda antiimperialista, olvidadizo y oportunista.
Nunca se pronunció la organización de mujeres sandinistas Luisa Amanda Espinoza ya extinta, ni habrá reclamo alguno más que insinuado, en las celebraciones del cumpleaños 95 de Ernesto Cardenal, perseguido político de dos dictaduras, la de Somoza y la de Ortega Murillo hasta el punto de intentar despojarlo de sus derechos de autor y de destruir la comunidad de Solentiname con argucias legaloides. El poeta procesa sus dolores con los amigos solidarios, en especial, con Leopoldo Morales Praxedis, el mexicano en alerta roja constante quien le ha entregado en Nicaragua una carpeta de homenaje con 23 grabados, de título Canto a México, entre los que se cuentan el de él, Mauricio Gómez Morín, Rama, Antonio Valverde, Eduardo Juárez y Roberto Ferreyra, en una reunión casera con pastel de cumpleaños.
Triste manera de conmemorar el cincuentenario de la caída en desigual combate del veinteañero poeta Leonel Rugama conminado a rendirse, a lo que respondió solitario: ¡Que se rinda tu madre! La épica revolucionaria, sin embargo, alienta movilizaciones y protestas brutalmente reprimidas por sostener y revivir la justa lucha contra la dictadura.