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Opinión

Navidades con cambio climático

El cambio climático está presente, las temperaturas en la etapa invernal tienden a ser más calurosas en Yucatán, menciona Juan Vázquez Montalvo.

Navidades con cambio climático
Navidades con cambio climático

Si usted es de las personas que considera que las navidades de los últimos años –comparadas con las de los años 60, 70 y 80, cuando era niño– son diferentes porque antes había frío, está en lo cierto.

En un estudio realizado por un servidor, con datos de las estaciones de la UADY ubicadas en la ciudad de Mérida desde 1982 hasta la fecha –partiendo de la teoría que el calentamiento global comenzó a sentirse en forma severa desde 995–, encontramos datos interesantes del comportamiento del clima en el espacio y tiempo en que ha transcurrido las navidades.

De 1982 a la fecha han ocurrido 43 navidades (incluida la que vendrá este año); y si bien vivimos en una zona con clima tropical, en la Península de Yucatán, por el lugar estratégico en que se encuentra, es común que las masas de aire frío dominen en la temporada de invierno, máxime en la fase más intensa que ocurre del 20 de diciembre al 15 de febrero .

Antiguamente –nuestros abuelos no nos dejarán mentir– en las navidades predominaban los eventos de frío; ahora, dominan más los de calor, salvo la Navidad del 2021, que fue con sabor a invierno. La percepción de que se han registrado navidades más calurosas en los últimos 41 años es correcta: hemos tenido (sin incluir 2025) siete donde las condiciones invernales han dominado, y de éstas solamente cuatro con temperaturas sensiblemente bajas, como en los años 1986, 1988, 2003 y 2013.

Otras navidades con frío, pero no tan invernal, fueron las de los años 1984, 1987, 1992, 1998, 2005, 2010, 2012, 2020 y 2021, y coincidentemente, el año 2005 que fue el último muy activo en la formación de ciclones tropicales antes de lo que sucedió en 2020 y 2021, está incluido entre las navidades con frío; hay coincidencia con la gran actividad ocurrida en el verano, e incluso con la cantidad de lluvia que cayó, por encima del promedio en el 2020, con la afectación de 3 ciclones, y 1988 y 2021, con uno.

Por otra parte, navidades calurosas –nos referirnos a temperaturas máximas no comunes para una temporada invernal– con amaneceres algo frescas y agradables fueron las de 1982, 1983, 1985, 1989, 1990, 1991, 1994, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2001, 2002, 2004, 2006, 2007, 2008, 2009, 2011, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y2019.

El cambio climático está presente, las temperaturas en la etapa invernal tienden a ser más calurosas en Yucatán porque las masas de aire frío no llegan con la potencial necesaria para empujar o desplazar a las zonas de alta presión que a veces impiden que lleguen, como sucedía en el pasado.

Esto significa que cada vez tendremos periodos de navidades calurosas más al norte de donde deberían presentarse en nuestro hemisferio, por la penetración de aire más caliente y húmedo provocado por la falta (de potencia o ausencia) de la elongación hacia el norte de la corriente en chorro polar por la dorsal de las altas presiones que dominan la zona de Yucatán que rodea al casquete polar ártico. Y esto sí es preocupante porque no se recuperarían las masas de hielo que deben formarse en invierno, y suceden entonces cambios en el comportamiento del clima en plena temporada invernal, como hemos observado en las últimas cuatro décadas en la Península.

Atrás quedaron nuestros recuerdos de niños cuando en la celebración de la Navidad todos tenían que usar chamarra o suéter porque había fresco; ahora sudamos la “gota gorda” en las celebraciones, como si estuviéramos en verano. A esta nueva modalidad nos está empujando el cambio climático global.

Pero este 2025 será una Navidad no muy fría pero sí con alto contenido de humedad, seguramente por el efecto del fenómeno de La Niña, que, aunque de débil a moderada, nos afecta ahora y durará todo el invierno.