Nadie puede regatearle al Infonavit los grandes logros alcanzados en el sexenio pasado. A manera de resumen, estos son algunos de los más importantes:
1. Cambio de créditos en Veces Salario Mínimo (VSM) a pesos. Esta transformación permitió eliminar deudas interminables que crecían con el salario mínimo, afectando gravemente la economía familiar de los trabajadores con menores ingresos. Ahora, los saldos son fijos y predecibles, brindando mayor estabilidad financiera.
2. Flexibilidad en la combinación de ingresos. Se habilitó la posibilidad de unir ingresos no solo entre cónyuges, sino también entre hermanos o entre padres e hijos. Esto amplió el acceso a créditos a más familias que antes no calificaban bajo los esquemas tradicionales.
3. Compra de terrenos para construcción. Antes, solo era posible adquirir viviendas en desarrollos lejanos al trabajo, la familia o el lugar de origen. Desde el año pasado, los trabajadores pueden comprar un terreno y edificar su hogar en la ubicación que deseen, brindando mayor autonomía y calidad de vida.
Estos cambios han mejorado significativamente la calidad de vida de muchas familias, reafirmando el propósito central del Infonavit: proveer un hogar digno que fortalezca la seguridad emocional y el patrimonio de los trabajadores.
Los retos y realidades del Infonavit
A pesar de estos logros, el Infonavit enfrenta desafíos importantes en su operación y en la realidad habitacional del país. La vivienda social en México ha disminuido considerablemente en los últimos años; la construcción de nuevas unidades se ha ralentizado mientras que la demanda sigue creciendo. Paradójicamente, en las regiones con mayor desarrollo económico hay una amplia oferta de vivienda, mientras que en los estados con mayor necesidad no se han impulsado proyectos habitacionales suficientes. Ante este escenario, es fundamental que el Infonavit vuelva a promover la construcción de viviendas, como lo hizo en sus inicios, garantizando un acceso equitativo a la vivienda en todo el país.
En el ámbito administrativo, problemas de la era Peña Nieto fueron que el sector empresarial privilegio a grandes constructoras con recursos del Infonavit, algunas de las cuales no solo incumplieron con los desarrollos acordados, sino que aún adeudan importantes sumas por fraccionamientos no realizados. Esta problemática ha sido invisibilizada en los grandes medios de comunicación y requiere una solución urgente para garantizar la transparencia y eficiencia en el uso de los recursos.
Un futuro de esperanza
A pesar de los obstáculos, el Infonavit ha logrado acercarse cada vez más a las necesidades reales de las familias trabajadoras mexicanas. Su consolidación en áreas clave como arrendamiento, construcción de vivienda y eficiencia operativa fortalecerá su impacto en los próximos años.
Sueños como destinar sus inversiones exclusivamente a empresas mexicanas y premiar a las constructoras que utilicen mayor cantidad de materiales nacionales no son solo ideales personales, sino estrategias viables para impulsar indirectamente la industria de la construcción y fortalecer el capital nacional.
El camino hacia una vivienda digna para todos los trabajadores aún tiene retos por superar, pero con visión, transparencia y compromiso, el Infonavit seguirá siendo un pilar en la construcción de un México más justo y próspero. La esperanza radica en seguir construyendo un futuro donde cada trabajador pueda acceder a un hogar que no solo represente un techo, sino un espacio de crecimiento, estabilidad y bienestar para su familia.