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Opinión

Seguridad colectiva en Oriente Medio

"La expresión “Oriente Medio” alude a 16 estados. De ellos, dos han reconocido al estado judío, dos han firmado acuerdos de paz con este, mientras Arabia Saudita, Líbano y Siria, en algún momento, han adoptado acuerdos de alto al fuego", escribe Jorge Gómez Barata.
Seguridad colectiva en Oriente Medio
Seguridad colectiva en Oriente Medio

El ataque israelí contra Qatar reitera experiencias vividas en Oriente Medio. Después de la acción, que pudiera ser parte de una conspiración para liquidar a directivos de Hamas, autoridades de qataríes han mencionado la seguridad colectiva en la región, lo cual es pura retórica. Oriente Medio es la región más insegura del planeta, condición que depende de Estados Unidos.

Israel no es fruto del devenir histórico, sino resultado de una trampa, una conspiración entre Gran Bretaña y el sionismo, una negociación internacional y una equivocación. La conspiración antisemita puede haber comenzado en el 1920 cuando, al finalizar la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones entregó Palestina a Gran Bretaña que, en el 1917, había prometido otorgar a los judíos un “Hogar nacional”, precisamente en Palestina. La Segunda Guerra Mundial incrementó la persecución contra los judíos europeos que condujo a la nefasta “solución final”, consistente en el exterminio físico de todos los hebreos. Tal situación empujó a cientos de miles de ellos a huir de Europa. Muchos lo hicieron a Palestina. Concluida la guerra, no pocos sobrevivientes de los campos de exterminio nazi se sumaron, incrementando la población judía en Palestina que, en el 1948 se estimó en unos 650 mil. No se trató de parte de la diáspora bíblica, sino de la represión europea y de una mega conspiración.

La negociación internacional sumó a Estados Unidos y la Unión Soviética a la idea del “Hogar nacional” en Palestina, así como a los otros 33 estados que votaron a favor de la partición de Palestina. En contra estuvieron todos los países árabes y musulmanes presentes y Cuba. Diez se abstuvieron (incluida Gran Bretaña) y uno se ausentó.

La equivocación corrió a cargo de la URSS, que asumió al movimiento sionista como una entidad que abogaba por reivindicaciones justas, antifascistas, de matriz nacional con matices socialistas. Esa percepción, sumada al hecho de que algunos de sus líderes eran de origen ruso, ucraniano, polaco, húngaro y de otros países de Europa Oriental, hizo creer al líder soviético Joseph Stalin que Israel podía aproximarse a la URSS, lo que, aunque no resultó, explica el voto soviético a favor de la partición de Palestina.

La expresión “Oriente Medio” alude a 16 estados. De ellos, dos han reconocido al estado judío, dos han firmado acuerdos de paz con este, mientras Arabia Saudita, Líbano y Siria, en algún momento, han adoptado acuerdos de alto al fuego. Unos siete han librado guerras con el estado hebreo, mientras Líbano y Siria tienen territorios ocupados por Israel, con el cual Irán, Líbano y Yemen están en estado de guerra.

En el 1947, Irán estuvo entre los 13 países que votaron contra la partición de Palestina, y dos años después estuvo contra el ingreso de Israel en la ONU; en el 1950 estableció relaciones diplomáticas con ese país. Esas relaciones se mantuvieron hasta el 1979, cuando tras el movimiento que llevó al poder a la jerarquía islámica, los vínculos se rompieron y el clima se deterioró hasta conducir al estado de guerra existente actualmente, situación a la cual se ha sumado Yemen.

Las negociaciones y los acuerdos de Camp David, realizados con la mediación del extinto presidente de los Estados Unidos James Carter y firmados por el presidente egipcio Anwar el-Sadat y el primer ministro israelí Menájem Beguín en el 1978, fueron los primeros adoptados por un país árabe con Israel. Egipto suspendido de la Liga Árabe. El avance más notable en busca de la convivencia con Israel ocurrió cuando, en el 1974, ante la ONU, el fallecido líder palestino Yasser Arafat renunció a la lucha armada: “He venido con una rama de olivo y el arma de la libertad del combatiente. No dejen que la rama de olivo caiga de mí mano”, dijo.

En el 1993, tras arduas negociaciones, con la mediación de Bill Clinton, uno de los presidentes de Estados Unidos que, reservas aparte, han trabajado por arreglos en la región, Arafat firmó los Acuerdos de Oslo, que le parecieron la mejor opción ante la imposibilidad de derrotar militarmente a Israel ni doblegarlo mediante el aislamiento en la región.

El debilitado apoyo árabe a la causa palestina influyó en la decisión. En el 1994, Arafat recibió el Premio Nobel de la Paz, una paz que, a pesar de sus esfuerzos, nunca ha llegado.

Otro evento en la dirección de buscar la paz pactando con Israel, fueron los Acuerdos de Abraham (2020) alcanzados con el apoyo del presidente Donald Trump, mediante el cual Baréin y Emiratos Árabes avanzaron hacia la normalización de sus relaciones con Israel, lo que también hicieron Sudán y Marruecos. Otros países árabes buscan la cobertura de los acuerdos para oficializar sus relaciones, incluso la cooperación con Israel.

Como solía ocurrir en el medioevo, mediante el bombardeo a Doha, capital de Qatar, Israel decapitó a los mensajeros. Resulta insólito que el estado hebreo acepte la mediación de Qatar, que sirve de sede a las conversaciones en busca de una tregua e intercambio de rehenes y, aprovechando la información privilegiada de que dispone, impunemente, el estado hebreo envíe 15 cazas a bombardear el edificio donde reside la delegación de Hamas. Aunque según ha trascendido, Israel comunicó con antelación la operación a Estados

Unidos, se trata de un dato irrelevante. Entre Israel y Qatar median 2 mil 228 km y, según la ruta elegida, los aparatos cargados con bombas, que necesitan ser reabastecidos en el aire, vuelan sobre varios países, de acuerdo a la ruta elegida: Siria, Arabia Saudita, Irak Bahréin o Kuwait.

Avisar a Estados Unidos no es un gesto de cortesía, sino una medida de seguridad para los aviones que, de otro modo, corrían el riesgo de ser derribados. Qatar alberga la base de Al Udeid, la mayor instalación militar de Estados Unidos en el mundo árabe, que acoge a unos 11 mil efectivos, y ha llegado a incluir más 100 aeronaves, desde la cual sus tropas aéreas pueden operar sobre unos 20 países.

El ataque en Qatar, que no ha sido excesivamente dramatizado, es otra demostración de fuerza de Israel y del compromiso de Estados Unidos y Occidente que, aun cuando algunos se cubren con la hoja de parra de tibias condenas al genocidio en Gaza, insisten en el apoyo a Israel.

La mala noticia es que en esa región no habrá paz ni seguridad hasta que exista un estado palestino con los atributos y los derechos reconocidos por la Carta de la ONU.

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