Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 24 de octubre.- El presunto narcomenudista abatido la tarde del jueves, apodado el “Manchado” y/o el “Manchas”, estaba siendo vigilado por sus sicarios que lo balearon minutos después de despertar e ir a comprar alimentos para animales. Nuevamente, salió a relucir la excusa de las autoridades de seguridad, ahora del ámbito estatal con que la cámara de videovigilancia instalada a unos 60 metros de distancia no sirve, por lo tanto, lo oficial es que no captó ninguna imagen del homicidio.
La ejecución de Orlado Alberto Dager Calderón, alias el “Manchado” y/o el “Manchas”, perpetrada alrededor de las 16:40 horas del pasado martes, no pudo ser captada por la única cámara de videovigilancia instalada a unos 60 metros de distancia sobre la misma avenida Miguel Borge, debido a que no sirve, confirmó Alejandro Borges Arceo, comandante de la Policía Ministerial que esa cámara pertenece al C-4.
Con eso se entiende que Anuar García García, director del C-4 no ha hecho absolutamente nada de tiempo atrás porque esa cámara pudiera quedar operable, hasta habría la posibilidad que otras estuvieran en las mismas condiciones.
No hay tantos avances en la investigación. Solamente una descripción, un tanto vaga, de un sujeto de metro y medio de estatura, tez clara, de aproximadamente 20 años, que escapó corriendo que a cuadra y media se subió a una moto que llegó en su apoyo.
Borges Arceo confirmó que el “Manchas” y/o el “Manchado”, contaba con antecedentes penales por delitos contra la salud y que al parecer, el asesinato tuvo que ver con asuntos relacionados con el narcomenudeo.
Por su parte, Nellif Domínguez Cruz, encargado de despacho de Seguridad Pública, informó que el ejecutado tuvo ingresos a la cárcel preventiva por faltas administrativas.
Para la Policía Ministerial, Orlando Alberto Dager Calderón, era vigilado horas antes de su ejecución. El pistolero pudo haber tenido el entorno propicio cuando el “Manchado” y/o el “Manchas”, caminaba hacia la tienda situada sobre la avenida Miguel Borge entre José María Morelos y 5 Sur de la colonia Juan Bautista Vega.
No se ha establecido quien sería el autor o autores materiales de esta ejecución, aunque por una publicación del occiso el 26 de mayo de 2015 a las 21:34 horas, genera conjeturas acerca de si ya sabía que en algún momento irían por él, pues en su cuenta personal de Facebook, escribió: “M vale verga q me mandes gente para matarme solo asi demuestran lo inútiles e incopetentes q son .eso me demuestra q sigo siendo mucho mas verga que cualquiera d ustedes bola d maricones”.
A el “Manchado” y/o el “Manchas”, lo identificaron en vida como quién fuera jefe importante de uno de los varios grupos dedicados a la venta de drogas en la localidad, además de ser capitán de barcos ligados a la actividad turística, oficio que ejerció durante la mayor parte de su vida hasta su muerte.
Un dato obtenido, es que el ejecutado andaba armado todo el tiempo, aunque el martes fue abatido con cuatro disparos calibre 32. Dos de las balas dieron en el costado derecho de la caja toráxica, uno más del lado contrario, el tercer disparo en el pecho.
Ayer miércoles, el “Manchas” y/o el “Manchado”, estaba siendo velado en su domicilio, ubicado detrás de la tienda donde fue ultimado.
Trascendió que el martes, el presunto narcomenudista estaba durmiendo en su casa, cuando repentinamente despertó minutos antes de que lo asesinaran, y que pidió a su hijo de 12 años que lo acompañara a la tienda a comprar alimentos para sus gallos de pelea y para caninos. Enfilaron a la tienda caminando. Llegaron sin problema alguno, pero cuando estaban a escasos momentos de salir del negocio, un sicario se le acercó para descargarle el arma de fuego que portaba, quedando sobre la banqueta del local cinco casquillos de bala y al interior dos trozos de las ojivas percutidas.
Ante la versión extraoficial que estribaba en que la tienda Purina donde fue ejecutada esta persona era de su propiedad, el comandante de la Policía Ministerial, Alejandro Borges Arceo, negó tal afirmación, añadiendo que incluso, el occiso ya había recibido su cambio en el local, instantes previos a su asesinato.