Síguenos

Última hora

Instalan mesa de combate a la tala ilegal y la deforestación en Quintana Roo

Quintana Roo

Isla Mujeres de luto

Por Yolanda Gutiérrez

 

ISLA MUJERES, 14 de noviembre.- Isla Mujeres está de luto; dejó de existir una leyenda, el último de los carpinteros de ribera, don Mario Burgos Sánchez, personaje carismático y auténtico artesano en la construcción de barcos de madera, oficio que llevaba en la sangre y heredó de sus ancestros.

El destino le deparó la dicha de volver a reunirse con su esposa, doña Esther Ríos Azueta, la cual se le adelantó hace siete meses y terrible pérdida para la familia.

Asumió el oficio por tradición y junto a la familia y otra familia también conocida en el ámbito marinero, los Magaña, construyeron embarcaciones carismáticas como la “La Novia del Mar”, la “Sultana del Mar” y la “Dama Elegante”, barcos pioneros en cubrir la ruta desde Isla Mujeres a Puerto Juárez para el traslado de pasajeros y carga.

Rafael Burgos, uno de los hijos del maestro que nos dejó, se muestra apesadumbrado, pero a la vez se siente confortado, “es muy triste porque cuando uno pierde a un ser querido siempre eso hiere, pero quedan muchas cosas, nos dejó un gran legado y eso reconforta”.

Se refirió a don Mario como uno de los personajes de Isla Mujeres, un personaje en el arte de la carpintería y tanto él como sus ancestros dejaron un legado muy importante para la cultura y, por ende, será un personaje inmortal en el pueblo de pescadores.

Por su parte, don Fidel Villanueva Madrid, cronista de Isla Mujeres, tuvo la amabilidad de proporcionarnos una pequeña semblanza de don Mario Burgos Sánchez, quien nació el 12 de abril de 1931 en estas tierras, a las que siempre tuvo un significativo cariño.

Se refirió a don Mario como el último de aquellos artesanos en madera, de cuyas manos surgieron verdaderas fortalezas flotantes hasta hace unos años, manos que nunca más volverán a asombrarnos con su habilidad.

Recordó que Mario Burgos aprendió el oficio de su padre, Álvaro Burgos Sabido, más recordado como “Maestro Alva”, pero la vocación de carpinteros de ribera se remonta a finales del siglo XIX, con la llegada a Isla Mujeres de los hermanos Becerra, originarios de Tuxpan, muy buenos en el oficio además de expertos en la técnica de extracción del chicle.

Juan de la Rosa Burgos fue alumno aventajado de los hermanos Becerra y heredó el oficio a su hijo Rafael Burgos Ávila, quien a su vez dejó la tradición en manos de su hijo, el “Maestro Alva” quien la heredó a Mario Burgos Sánchez, el último carpintero de ribera de la familia; con él, además de una gran persona, murió toda una tradición.

 

 

 

 

Siguiente noticia

Urge orden vial en Isla Mujeres