Por Yolanda Gutiérrez
La indignación carcome a los vecinos de la calle 10, Región 95, ante lo que consideran una gran mentira, en virtud que la patrulla que segó la vida a un transeúnte circulaba en sentido contrario, sin sirena y con las torretas apagadas, contrario a lo afirmado en un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública, que prácticamente culpabiliza del percance al conductor del taxi que impactó a la unidad mientras circulaba con preferencia sobre la avenida Oaxactun.
Familiares del occiso interpusieron el jueves una denuncia formal por la muerte de su pariente, que pudo haberse evitado si la patrulla hubiera llevado prendida la torreta y las sirenas, ya que el conductor del taxi habría escuchado el escándalo y cedido el paso a la unidad de la Policía Estatal marcada con el número 12084.
En el lugar donde quedó tendido el cuerpo del albañil, que contrario a lo detallado en el comunicado no estaba trabajando sino que regresaba de comprar, vecinos y familiares colocaron veladoras y flores en su memoria; el boquete que abrió la patrulla al impactar contra el muro del domicilio particular quedó tapado temporalmente con una tabla, hasta que los propietarios puedan reparar el hueco.
Aunque en un principio los residentes que habitan en las inmediaciones se mostraron renuentes a emitir algún tipo de comentario, al calor de la plática no pudieron aguantar su indignación por lo acontecido, pero sobre todo por la gran mentira de las mismas autoridades policiales, que aseguran que la unidad circulaba con las sirenas y torreta prendidas, cuando no es cierto.
“Llegaron como locos en sentido contrario, sin torretas, sin sirenas, sin nada, de haberlas traído prendidas lo habríamos escuchado pero lo único que se oyó fue el golpe cuando se aporreó contra el muro y atropelló al vecino”, fue el comentario de un ama de casa, cuyo carro, estacionado en la vía pública frente a su vivienda, también resultó dañado.
“Yo vi cómo el taxista aporreaba a la patrulla y del golpe el policía que manejaba perdió el control y se abalanzó sobre el vecino, que cuando se dio cuenta que le venía la patrulla encima no tuvo tiempo para reaccionar, fue todo muy rápido”, expresó otro residente, francamente molesto, quien ratificó que la patrulla circulaba a exceso de velocidad y sin los códigos, aunque los policías prendieron las torretas después del accidente, “sólo para justificarse y echar culpas ajenas, no me extrañaría que sea el taxista quien al final pague los platos rotos”.