Por Miguel Améndola
TULUM, 22 de septiembre.- Vendedores de artesanías situados en el corredor turístico de la avenida Tulum informaron que están batallando para poder solventar los gastos de operación, debido a la poca captación de ganancias ante las muy raquíticas cuentas.
Por lo anterior, los comerciantes de la zona expresaron que la circunstancias adversas como el sargazo, la inseguridad y el clima han bajado aún más su actividad.
Refirieron que actualmente están atravesando la temporada más complicada del año, que incluso en comparación a los años pasados ha sido mucho peor.
En ese sentido, Víctor Venoso, con varios años dedicándose a la venta de artesanías, declaró que la situación evidentemente es compleja para los comerciantes de la zona debido a que hay una deslucida afluencia turística en el centro de la ciudad.
En ese tenor, precisó que están viendo que sus ventas apenas alcanzan los 40 puntos porcentuales, tras más de un mes de que inició la temporada baja, que en comparativa a años pasados, la actual es la más difícil.
Consideró que la actual situación negativa se debe a que factores que merman las operaciones del centro turístico, como lo es el recale excesivo de sargazo en las playas.
Expuso que los turistas han estado expresando su descontento por la condiciones de las playas, de forma que cambian su ruta de lugares para conocer y eso afecta directamente las actividades comerciales.
“Estamos viendo que la temporada baja actual es más caóticas que otras de otros años, se debe a que viene menos turismo a Tulum al enterarse que nuestras playas tienen mucho sargazo”, replicó.
Por su lado Marco Antonio González, otro de los vendedores de la localidad manifestó que la afluencia de turistas ha estado reduciendo a causa de la inseguridad que se vive en Tulum, toda vez que en un año se han registrado una gran cantidad de hechos delictivos.
Mencionó que a veces únicamente se difunde la mala reputación de un lugar, propiciando que los viajeros descarte en este polo turístico para visitar.
Añadió que lo mismo ocurre con el sargazo y la temporada de lluvias, que son fenómenos de la naturaleza que diezman las operaciones de los comercios, como la venta de artesanías.